Los años de la furia

AutorMarcela García Machuca

Cruzando fronteras, kitsch, arte y basura, dentro y fuera, fotografía, comics, asuntos domésticos, enfermo, diseño, turismo, arquitectura, animal, drogas, juguetes, máquinas, texto, ¡peligro!, música.

Sería muy posible que con cada uno de éstos, algunos de los nombres con que se titularon los números de la revista de artes plásticas Poliester, se pudieran hacer varias tesis o al menos un discurso de la vida en relación con tales palabras...

Por ejemplo, la vida es atreverse -o rehusarse- a cruzar fronteras; los álbumes de la infancia están llenos de kitsch que ni siquiera se notan; siempre hubo que rebautizar la vocación, la moral y el leit motiv de un juguete para hacerlo propio; crecer es caminar en medio del peligro; las palabras definen lo que se sabe de uno mismo...

Y así podría seguir la lista de afectos personales con cada una de las palabras y los enunciados del primer párrafo.

La revista Poliester, que este verano presenta su último ejemplar, dedicó con una furia y rebeldía casi adolescente a éstos y a otros temas sus 27 números, dejando ver -quizá sin saberlo muy conscientemente- que el arte de hoy verdaderamente y más que nunca es un espejo que es parte de la vida del hombre.

Este mes, al despedirse de sus fans-lectores, el director de la revista, Kurt Hollander, explica que el interés de la publicación fue darle lugar al arte no institucional y de buen gusto o de gran consumo comercial. Pero es justamente este tipo de manifestaciones el que propone que la estética y el arte son más parte de la vida que de un código.

Hoy que Poliester naufraga entre el mundo de "otros intereses", Hollander reflexiona: "El éxito de Poliester puede calibrarse a partir de sus fracasos: no atrajo anunciantes ni patronos, su alejamiento de aquellos que hacen y destruyen las carreras de la gente del mundo del arte, su incapacidad de ponerse de moda".

"En su momento", señala el crítico de arte Marco Granados, "(la revista) llegó a ser importante en virtud de que atendía muchísimos asuntos que generalmente no se atienden cuando se habla de arte.

"Evidentemente, de los artistas que en las páginas de Poliester llegaron a aparecer, en gran cantidad de casos, podríamos tener una buena reserva en saber en el futuro qué es lo que les va a deparar. Tanto el lector, el generador, el que conceptualizaba, todos, estábamos muy en sintonía de eso; algo que logró la revista fue una comunión interesante sobre lo que iba a encontrar".

Cuando el arte era -"sigue siendo...

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