Frutos del desierto: ¡Cuál aridez!

AutorJulieta Rodríguez

Así como se disfruta una puesta de Sol en una zona desértica, los frutos que se dan en estas tierras son algo muy especial.

Son las flores de palma, los cabuches y los nopales los que en esta temporada se cosechan en estos lugares áridos, para dar vida a la exquisitez de los platillos cuaresmales.

La diferencia está a la hora de cocinarlos, pues hay quienes preparan los nopales sólo con tomate, cebolla, chile y orégano, o con salsa roja de chile ancho y cascabel, o con huevo, o mezclados todos estos ingredientes.

En cuanto a los cabuches, que es el fruto de la biznaga, son típicos en esta temporada guisados con tomate, cebolla, chile y huevo, listos para acompañarse con tortillas bien calientitas.

"También se acostumbra comer la sopa de chicales o los nopalitos navegantes, que son preparados con torta de camarón en una salsa de chile colorado", dice Graciela Garza de Jaime, propietaria del restaurante La Canasta, de Saltillo, Coahuila.

Los chicales son un delicioso platillo típico de la Cuaresma; se trata de granos de elote que se pusieron a tostar en el Sol desde mucho tiempo atrás.

La manera de cocinarlos es muy peculiar, ya que primero hay que escoger los elotes más maduros para ponerlos a hervir; luego éstos se dejan secar colgados de las mismas hojas, volteándolos al revés.

Una vez secos, los elotes se desgranan y se muelen en un molino manual a que se resquebrajen, para luego sazonarlos con una salsa de tomate o guardarse amarrados en mecate, en donde duran mucho tiempo.

Un aspecto muy peculiar de la temporada de Cuaresma es la amplia variedad de platillos que se preparan, pues es común ver sobre las mesas varios guisos y hasta el postre tradicional, como es la capirotada.

"Se supone que para los días de Vigilia se preparan siete platillos, y esto lo hacían los abuelos para exculpar los siete pecados", señala Garza de Jaime.

Por eso se recurre a los productos que estas tierras áridas dan, como son las flores de palma, los cabuches, los nopales y los orejones, que son rodajas de calabaza que se dejan secar al Sol.

"Son costumbres de rancho o de ciudades pequeñas, en donde guisan tanta variedad de platillos y en donde la Cuaresma tiene un significado muy especial, pues es una temporada de limpieza de espíritu y de cuerpo", dice.

Toda esta variedad de alimentos ya no es exclusiva de las zonas desérticas, pues ahora es más fácil que los tenga al alcance de su mano para que los disfrute en esta temporada; y esto se debe a la difusión que...

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