FRICASÉ / 'Trato hecho'
| Autor | El Abogado del Pueblo |
Como dice el encabezado de este artículo, así respondió el Presidente López Obrador al excelente e inteligente discurso pronunciado por Carlos Salazar Lomelín al tomar posesión como presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En su arenga, Salazar planteó una sociedad sinérgica del empresariado con el Gobierno para CRECER, esto es, para crear empleos, incrementar la actividad económica y la inversión, y acrecentar nuestra productividad.
Acertadamente señaló Salazar Lomelín que para poder crecer al 4 por ciento (cosa que hemos logrado en el pasado, concretamente en la era del "desarrollo estabilizador" del genial Ortiz Mena, y durante uno de los mejores años del salinato, el "innombrable" para el Presidente López Obrador), México debe INVERTIR entre el 25 y el 27 por ciento del PIB.
Hemos estado muy lejos de alcanzar estas cifras en el pasado y actualmente con la austeridad republicana que ha visto el gasto gubernamental decrecer es casi imposible que el sector privado pueda cumplir con este nivel de inversión.
La deducción de este intríngulis es claro: necesitamos crear un ambiente económico en México que llame la IED e incremente la inversión nacional.
Claro está, acompañado esto de una inteligente y productiva inversión federal.
Asumimos que López Obrador está tomando la responsabilidad que le toca cuando respondió con su "trato hecho" a Salazar Lomelín, a quien ayer en su conferencia mañanera elogió como "un hombre de primera, inteligente, honesto y preocupado por el desarrollo del País".
Es decir, hacer todo lo que esté de parte del Gobierno por generar internamente un ambiente propicio y conductivo a la INVERSIÓN permanente.
O sea, no se trata de convencer a los fondos de inversión a que compren CETES, no.
Se trata de JALAR para México nuevas INDUSTRIAS, plantas, tecnología, servicios; necesitamos que inviertan en el bienestar del País, no meramente que compren papel de nuestra deuda.
En su muy aplaudido discurso, Salazar Lomelín le propuso al Presidente "hacer de la inversión una obsesión".
Certero y atinado lema, pues como les decíamos -y enfatizó CSL- México no puede crecer, ya no digamos al 4 por ciento, ni siquiera al 1 por ciento si el Gobierno no promueve la inversión en bienes productivos, esos que crean empleos, que generan sueldos dignos y que elevan el nivel de vida de los mexicanos.
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