Fricasé / Peor que picador

AutorEl Abogado del Pueblo

La sonora rechifla acompañada de gritos de "¡fuera, fuera!" que recibió el Secretario de la Sagarpa, Javier Usabiaga, el lunes en la firma del acuerdo sobre el campo sólo podría rivalizar con la que recibiera un picador que, en el primero de la tarde, colocara la puya a mitad del rabo.

Ahora que como Usabiaga es Secretario en base a su amistad con el Presidente, y no por su brillantez o capacidad, seguro es que pese al evidente rechazo del campesinado mexicano ganado a pulso, el Secretario se quede a implementar lo que se firmó.

El documento en cuestión, dicho sea de paso, no es otra cosa mayor a un resumen de buenas intenciones y promesas que sólo puede ser considerada "victoria política" en función de que le ganó al régimen una tregua temporal con el liderazgo agrario, la cual durará hasta el inevitable primer incumplimiento gubernamental, mismo, que conociendo a Usabiaga, su torpeza y la carencia absoluta de recursos por parte del Gobierno disponibles para canalizar al campo, quizás no tarde más que un par de meses.

Independientemente del contenido discutible y debatible del documento convenido entre Gobierno y liderazgo campesino, habrá que preguntarse con toda seriedad qué futuro puede tener un programa encargado a un funcionario que cuenta con la desconfianza y la antipatía del sector "beneficiado".

Pecaría de ingenuo el señor Presidente si pensara que lo único que se requiere y basta para hacer funcionar las cosas en el campo mexicano sería estampar su firma en un pedazo de papel.

Pactado un plan de trabajo, éste debe ser IMPLEMENTADO: las ideas convertidas en HECHOS, las promesas transformadas en realidades.

¿Esto quién lo hará?

Este nuevo acuerdo o pacto recién firmado requiere de un nuevo Secretario de la Sagarpa.

Uno que cuente con la confianza, la simpatía y el reconocimiento a su capacidad por parte de los actores principales del movimiento agrario nacional.

Usabiaga está desgastado, desprestigiado y repudiado por el campesinado mexicano: no lo respetan, ni lo reconocen, ni le harán caso los interlocutores a los que ha acudido el Gobierno para llegar a esta sesión, en la que se fumó la pipa de la paz entre el sector agrario y el Gobierno de Vicente Fox, tan insensible al sufrimiento de las clases sociales menos favorecidas.

No están ustedes para saberlo ni nosotros para decirlo, pero como quiera lo haremos: fue Santiago Creel, el Secretario de Gobernación, el que negoció el arrime a la mesa de la negociación de los...

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