FRICASÉ / Nado sincronizado

AutorEl Abogado del Pueblo

Realmente en lo único que puede superar la flamante nueva directora del FMI, Christine Lagarde (ella es divorciada, y Lagarde es el nombre de su ex marido, el suyo de soltera es Lallouette), a nuestro Agustín Carstens Carstens es en la práctica del nado sincronizado.

Por lo demás, el que hayan ninguneado a nuestro Gobernador del Banxico resulta un inexplicable desprecio para México.

No somos ni defensores ni fans de Carstens, pero resulta obvio que tan pudiera él arreglar la crisis de Grecia como la señora Lagarde.

Lo interesante sería averiguar quién tuvo la culpa del fracaso de la candidatura de Carstens a la dirección del FMI.

Normalmente, ANTES de lanzarse al ruedo, los diestros piden el Vo. Bo. del juez de plaza, en este caso, Estados Unidos; y curiosamente lo que finalmente HUNDIÓ la candidatura del Dr. Carstens fue precisamente que Estados Unidos apoyó fuertemente a Lagarde, la ex empleada (en Norteamérica) de la prestigiada y conocida firma estadounidense de consultoría Baker & McKenzie.

¿Acaso Carstens se lanzó -o fue lanzado- al ruedo sin la aprobación del juez de plaza?

Y si así fue, ¿quién es el responsable de NO HABER CONSENSUADO con los gringos el apoyo para Carstens?

¿Acaso el Presidente Calderón o su precandidato favorito, Ernesto Cordero?

¿O acaso el mismo Carstens, confiado de más, le hizo al espontáneo y pisó la arena creyendo que le iban a otorgar orejas y rabo?

Sea quien haya sido resulta como quiera un tremendo gazapo, de ésos que no se cometen: no por Carstens, su persona o investidura, sino porque finalmente es un FUNCIONARIO MEXICANO el que recibe el DESPRECIO, y ello es lo mismo que decir que el ninguneo lo recibió México.

Es de suponerse que si Carstens se aventó en pos de la dirección del Fondo es porque alguien lo convenció -o él mismo así lo quiso creer- de que tenía posibilidades de ganar, pues de otra manera no tenía sentido someterse al DESGASTE que la búsqueda de estos puestos implica.

Finalmente a lo que vamos es a que UNA VEZ MÁS este Gobierno da muestras de falta de oficio.

Lo que debió haber sucedido -desde antes de que Carstens anunciara su candidatura- es lo siguiente:

Calderón toma el teléfono y pide hablar con su homónimo estadounidense, el tal "Barry" Obama:

"¡Oye, mi Shaquille O'Neal de los presidentes!, ¿nos apoyarías si buscamos la silla del FMI?".

"Pipe, my man, me encantaría, pero no puedo, necesitamos apoyar a Sarkozy, gran aliado nuestro, a que se reelija y para hacerlo es preciso darle...

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