FRICASÉ / ¿Diferencia? Contexto

AutorEl Abogado del Pueblo

Tanto Bush como Obama mandaron, en determinado momento, tropas a la frontera.

Y de esto ya nadie se acuerda.

¿Cómo explicar entonces el furor que ha causado el anuncio de que Donald Trump ha ordenado enviar hasta 4 mil elementos de la Guardia Nacional a esa zona?

Son más de 3 mil kilómetros de frontera, a un guardia por cada kilómetro -y más-, ni pinta en los hechos este acto, obviamente dotado de tintes populistas en busca de una reactivación de su base, y para desviar la atención sobre el GAZAPO de China, ya que va a tener que arrodillarse ante Xi Jinping y pedirle perdón por haber osado castigar a ese país comercialmente.

Creemos que la diferencia entre el hoy y el ayer es el contexto: ni Bush ni Obama tuiteaban a diario en contra de los mexicanos, ni amenazaron a México ni llamaron "violadores" (ayer lo volvió a repetir) a los ilegales mexicanos.

Como solía decir el profe Hank: "¡Es la tonadita!", no tanto lo que hace, sino lo que dice y cómo lo dice: con tonos RACIALES, con desprecio, con odio, con incomprensión.

Hay voces que se han alzado para pedirle al Presidente Peña que RESPONDA y que RETIRE al Embajador mexicano en Washington, Gerónimo Gutiérrez, antes presidente del Nadbank, y gente del Canciller Luis Videgaray Caso.

La verdad es que Peña Nieto respondió BIEN a la provocación, y en un video le pidió a Trump que desahogue su frustración derivada de sus líos internos: la "Stormy", China, el no-Muro que acabó en cerca, su baja popularidad, etc., dentro de su territorio y que no agarre a México de chivo expiatorio.

Acto seguido, CITÓ Peña las respuestas-declaraciones de TODOS los candidatos presidenciales mexicanos, sobre este tema, EMPEZANDO con Anaya e incluyendo hasta a la señora Zavala de Calderón.

Más de esto no se requiere, francamente resultaría poco sensato atizar los fuegos de su demencia haciéndole el juego a una provocación, no conviene ayudarle a espesar ese caldo racial de la xenofobia imprimiéndole excesiva importancia a una medida completamente exagerada y narcisista que en los hechos reales ni fu ni fa.

Ahora que, como les decimos una cosa les decimos otra: hay que contemplar...

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