FRICASÉ / A confesión de parte...

AutorEl Abogado del Pueblo

Una máxima absoluta del derecho es la siguiente: "A confesión de parte, relevo de pruebas".

El Gobierno mexicano, usuario in fraganti del virus Pegasus (desarrollado por los israelíes) que invade los iPhones y los convierte en aparatos espía que graban subrepticiamente audio y video del usuario a beneficio del ente espiador, que por ley tiene que ser el CISEN (Centro de Investigación y Seguridad Nacional), acaba de reconocer abierta y públicamente que "vigila" a candidatos de oposición al hacer campaña con elementos a su servicio "para su integridad y seguridad".

Cabe hacer notar que esta actividad "de protección" NO CORRESPONDE al CISEN, que es un organismo de espionaje el cual -se supone- está al servicio del Gobierno para detectar riesgos a la seguridad nacional, éstos provenientes de organizaciones criminales y agentes foráneos.

NO POSEE LAS ESTRICTAS FACULTADES LEGALES PARA EL ESPIONAJE INTERNO DE RIVALES POLÍTICOS.

De manera que el régimen de Peña Nieto, torciendo la Ley de Seguridad Nacional a su conveniencia -según lo declarado ayer por el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida-, presuntamente está cometiendo un DELITO al reconocer que espía a sus opositores políticos (a todos) empleando para ello los recursos del Gobierno federal, tanto materiales como humanos.

Es nuestra experiencia que esta táctica de "ponerle cola" a alguien de manera abierta corresponde a una práctica de INTIMIDACIÓN.

Es, si ustedes quieren, un bullying político, diseñado para preocupar y mortificar al oponente, para generar miedo e intranquilidad al interior de la vida familiar del rival político: lo siguen continuamente, se estacionan afuera de su casa, de su oficina, de día y de noche, armados, abierta y desafiantemente.

(De hecho este su escribano lo ha vivido, un ex Gobernador del Estado, vía su Secretario General de Gobierno, hizo lo mismo con su servidor, al calarle hasta el yeyuno nuestra crítica a sus muy corruptas y cochinas prácticas, mismas que lo tienen convertido hoy en un paria.)

En la jerga política mexicana, corresponde este proceder a "un mensaje": te estoy vigilando y no hay nada que tú hagas de lo que yo no me entere.

Por supuesto que es una estrategia muy vieja, muy gastada, muy obsoleta: ¡pero así es este Gobierno... y...

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