FRICASÉ / Carta a Santa Clos
| Autor | El Abogado del Pueblo |
Como buenos niños que hemos sido, al igual que ustedes, amigos lectores, le hemos dirigido una carta a Santa Clos.
Se las queremos compartir, y ello porque no pedimos nada para nosotros, sino para nuestra comunidad, antes parangón vanguardista en la defensa de los más nobles principios democráticos, capitalistas de libre mercado, hoy azotada por una cadena de malos Gobiernos, carencias, inseguridad y otros problemas irresueltos que se apilan uno sobre otro, esto porque todo nos indica que hemos perdido, como sociedad, una de las virtudes más grandes que el gran Miguel de Unamuno consideraba que representaba un requisito sine qua non para el éxito y progreso de cualquier nación: ¡LA CAPACIDAD DE INDIGNARSE!
Sin ella nada se puede arreglar o componer, como en España durante la Guerra Civil, época en la que se dieron las más grandes atrocidades sin que nadie pagara, sin un "Juicio de Nuremberg" que trajera a cuentas a los destructores de los principios básicos de la convivencia humana.
Dejar hacer, dejar pasar, no exigir cuentas, no emplear la sana práctica de desplegar un pensamiento CRÍTICO, independiente, defensor de PRINCIPIOS: sin ello tristemente no podremos avanzar.
Mientras sigamos navegando al "a'i se va", Nuevo León y México no volverán a ser grandes, respetados, pujantes y progresistas.
Seremos, cuando mucho, una aglomeración desordenada de cuerpos jalando cada quien para su lado, dejando atrás toda responsabilidad CÍVICA y abandonando toda presunción de creer en -y menos defender- el bien social.
¿Qué le pedimos, pues, al Santa Clos? Sólo lo siguiente:
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- Que nuestros líderes empresariales, de todos los sectores y agrupaciones, aprendan a ponerse en los zapatos remendados de los ciudadanos y que cuando se sienten a la mesa con los "capi di tutti capi" de nuestra MAFIA política ejerzan la crítica: que a nombre del ciudadano exijan resultados, que defiendan no los intereses económicos de sus empresas, sino los supremos intereses de la comunidad en la que viven y que es la que les ha dado la vida y el éxito en sus negocios.
Que olviden toda pretensión de convertirse en "kingmakers" (ungidores de reyes), sino que sean defensores de su comunidad; que se percaten que mientras en México los empresarios quieran ser políticos y los políticos le hagan al empresario ¡nada va a funcionar!
Es hora de convertirse NO EN COMPARSA silenciosa de los malos políticos, sino en grupo de presión A FAVOR del bienestar social: en materia de seguridad, en...
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