FRICASÉ / Anarquía panorámica

AutorEl Abogado del Pueblo

Si algo pusieron de manifiesto los ventarrones de la semana pasada en nuestra ciudad es que la anarquía panorámica que padecemos no sólo representa una repugnante contaminación visual que afea y ensucia nuestra señorial ciudad, sino que además está constituida en un grave PELIGRO para la integridad física de los habitantes de nuestra zona metropolitana.

Cuando menos DOS personas murieron a causa de la caída de anuncios panorámicos tumbados por vientos de 90 kilómetros por hora los cuales, aunque fuertes, para nada son lo que pudieran ser dada la caprichosa potencia de la madre naturaleza.

Es de temerse que una racha parecida, o superior a la registrada, pudiera causar aún mayores destrozos materiales y pérdida de vidas humanas, lo cual por intolerable debe preverse y evitarse tomando las medidas apropiadas.

Estando, como lo está, en manos de los municipios la "autorización" para que se ubiquen y coloquen los mencionados panorámicos, toca a esta autoridad local no sólo frenar la proliferación de estos visualmente contaminantes artefactos, sino además terminar de cuajo la práctica aberrante de ser ELLOS MISMOS los que "rentan" espacios a particulares para su colocación EN PLENA VÍA PÚBLICA.

Son tantos los problemas que nos aquejan como comunidad que este hecho ha pasado inadvertido, y en mucho ha permitido la ciudadanía que los municipios PERVIERTAN ellos mismos la pureza de nuestro entorno citadino promoviendo la venta de espacios municipales.

Salta a la vista que esta práctica se presta muchísimo para generar actos de corrupción por parte de los funcionarios municipales encargados de este rubro.

Por principio la vía pública no debe rentarse ni venderse a nadie, pues pertenece a todos los ciudadanos y no a los funcionarios temporales encargados de administrar la ciudad y que acaban haciendo con sus bienes -públicos, repetimos- lo que les pega la gana y conviene a su bolsillo personal.

El tema de la colocación de panorámicos debe manejarse como una regla de EXCEPCIÓN y no de costumbre como hasta la fecha se hace.

Mucha prestancia le resta a nuestra ciudad su proliferación, ya que atentan contra nuestra privilegiada posición de estar coronada por bellísimas montañas, las cuales ya casi ni podemos ver por...

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