FRICASÉ / El Abogado del Pueblo / 'Super spreader'

Investigando el tema del n-coronavirus, ya que tenemos un familiar cercano que está con un pie en el estribo rumbo a Singapur y nos preocupa la posibilidad de contagio, nos topamos con este término: "super spreader", que en español es algo así como el súper dispersador (de enfermedades contagiosas).

Los científicos no saben exactamente por qué, pero en cada pandemia que ha azotado recientemente al mundo, o partes de él, UNO DE CADA CINCO contagiados se convierte en un megadesparramador de la enfermedad.

Mucho más que el resto de los contagiados.

Con el tema del n-coronavirus se determinó ayer -por citar un solo caso- que UN solo viajero británico de edad mediana contagió con el nCoV a CINCO personas en FRANCIA, UNA más en España y a otros CUATRO más en Gran Bretaña para un total de DIEZ.

Esto, amigos, les da una idea del peligro: ¿al 10 por uno quién detiene una dispersión así de amplia?

Ahora que de este grupo de 10, contaminado por UN solo viajero británico, la estadística indica que cuando menos DOS de ellos se convertirán en "súper diseminadores", de no estar en cuarentena, y estos dos súpers hubiesen contagiado a VEINTE, y de esos 20, cuatro embarrado a otros CUARENTA y así la cadenita multiplicadora que funciona -de facto- como el interés compuesto.

El otro tema interesante respecto a esta epidemia es que la máscara buconasal por sí sola NO PROTEGE del todo del riesgo de contagio a quien la porta.

Existe peligro de contagiarse por los lagrimales, por las manos, pelo o cejas.

No hay nada aparentemente 100 por ciento seguro, salvo la descontaminación química acompañada del uso de un traje "Hazmat".

Si acaso les compartimos estos detalles, lectores, es sólo para intentar convencerlos de que resultan risibles las declaraciones de nuestras autoridades de salud cuando afirman que "México está preparado" y que aquí no hay riesgo.

Desconocemos en lo absoluto -ellos y nosotros- cuántos "super spreaders" han pisado México y pasarán semanas antes de que alguien muestre síntomas.

Una cosa es cierta: en el AICM, centro internacional de entradas, NADIE está vigilando o checando que no ingresen contagiados al País.

El reporte es -de facto- voluntario y con el estigma asociado a esta impactante nueva enfermedad es de dudarse que una persona con fiebre o algún otro síntoma se vaya a entregar voluntariamente a nuestras...

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