FRICASÉ / El Abogado del Pueblo / Odio y locura

Si México tiene un problema de violencia, el vecino al norte del Bravo, los Estados Unidos tiene uno peor.

Allá matan a hombres, mujeres y niños inocentes; acá se matan delincuentes entre sí, la mayor parte.

No es que pretendamos minimizar la violencia en México, sólo recalcar que nuestro socio comercial tiene un problemón igual al nuestro, o potencialmente peor, ya que dicho país tiene la mayor concentración de ARMAS en manos de civiles de todo el mundo.

En lo que va del año, en Estados Unidos 293 personas han sido masacradas en ejecuciones masivas por locos o racistas armados hasta los dientes.

Adicionalmente a los occisos han habido -tan solo este año- MIL SETENTA Y DOS personas heridas en estas masacres de inocentes como los acontecidos este fin de semana en El Paso, Texas, y en Dayton, Ohio.

Claramente la masacre de El Paso fue motivada por el odio racial, odio que el propio Presidente norteamericano, Trump, genera con sus constantes ataques racistas y sus crueles e inhumanas políticas antimigrantes.

En un manifiesto divulgado por internet ya sea el asaltante del Walmart de El Paso, o el grupo supremacista al que pertenece, afirmó tener la intención de "matar mexicanos" porque no soporta la "invasión" mexicana a Estados Unidos.

Claramente la retórica de intolerancia y repudio racial emanada del Presidente Trump y el ala ultraderechista del Partido Republicano están arrojando resultados palpables divisivos, de odio, de intolerancia y de violencia racial.

En Estados Unidos se le está dando para atrás al reloj y está este país regresando a la era de la Segregación, nulificando los esfuerzos de John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson por lograr la igualdad y ponerle fin a las diferencias basadas en raza, color de piel, costumbres o afiliación religiosa.

¡Triste y enorme retroceso para el otrora adalid de la igualdad y democracia en el mundo!

En Dayton, la masacre de cuando menos nueve personas en una congestionada zona de bares y centros nocturnos también fue llevada a cabo por un asesino solitario.

Ambas masacres fueron conducidas por jóvenes armados con armas de asalto y en el caso de Dayton, en la que la Policía confrontó al asesino y lo ultimó, éste portaba chaleco antibalas, como el empleado por el Ejército norteamericano...

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