FRICASÉ / El Abogado del Pueblo / El mundo rueda

Mientras en México crece la desconfianza y cada día que transcurre se torna más evidente que la estrategia del Gobierno amlista es acumular un poder total, sin frenos ni equilibrios, y no adelantar el bienestar de los mexicanos, las amenazas externas crecen.

Algo que, de ocurrir, sólo agravará en nuestro medio el daño colateral de la amenaza actual que conduce al establecimiento en nuestro México Mágico de un Estado totalitario omnipotente.

El viejo PRI pisoteaba las leyes para someter a sus críticos y oponentes; este Gobierno morenista aplasta y somete cambiando las leyes para acomodarlas a sus intenciones.

Pero México no opera ya en un vacío: el México de hoy no es para nada el México aislado de los años 50.

Pertenecemos ya, desde los 90, a un mundo globalizado, complejamente interconectado: lo que sucede aquí en alguna medida afecta al mundo y lo que acontece en el exterior afecta a México.

Los señores de la llamada 4T, con las intemperadas modificaciones legales que han realizado, lanzaron con fuerza un bumerán, mismo que en no mucho tiempo nos pegará en seco en el mero lobanillo.

¿De qué forma?

De la forma que más duele: se secará aún más la inversión extranjera, el riesgo país irá en aumento dañando lo relacionado con nuestra posición en el mundo internacional empresarial y financiero; la reputación del País como un paraíso para la inversión se esfumará para que pronto se nos tilde de una nación que de emergente se obstinó en convertirse en submergente, aferrada a seguir siendo del tercer mundo, plagada de incertidumbre jurídica, con pérdida de libertades individuales, adoleciendo de instituciones débiles y sometidas, y con escasas -o nulas- posibilidades económicas.

Nada genera más fuga de capitales, ahuyenta la inversión y se contrapone a la creación de empleos y al crecimiento económico que un régimen fiscal basado en el terrorismo que convierte en vasallos a los causantes, a quienes condena a la pérdida de sus garantías constitucionales y adicionalmente los coloca -de arranque- en condición de indefensión.

A estos daños colaterales, internamente causados por un Gobierno que oye, pero no escucha, que engaña, que confunde, que redefine los principios democráticos más básicos para acomodarlos a una ideología de corte totalitario, debemos AGREGAR inevitablemente el entorno global: las causas y efectos de acontecimientos que...

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