FRICASÉ / El Abogado del Pueblo / Bien rápido
Emplearemos hoy, amigos lectores, una anécdota beisbolera.
¿Por qué del beisbol, dirán?
Pues así como en el sexenio pasado estuvo de moda entre los oficialistas beber "Tequila Dragón", ahora parece ser que los fanáticos seguidores del equipo Morena empujan el beisbol.
Lejana esperanza abrigamos que -por el tema- les caiga el veinte, aunque sea de rebote.
Uno de los jugadores más populares del beisbol, a nivel mundial, fue el legendario Yogi Berra, catcher y manager de los Yanquis.
Usaba un lenguaje plagado de malapropismos involuntarios risibles, pero en el fondo, nada despojado de cierta sabiduría.
Ejemplo: "Esto no se acaba hasta que se acaba", "El beisbol es 90 por ciento mental; el otro 50 por ciento es físico".
Cierto día pasó por él su amigo, Joe Garagiola Sr., con el fin de asistir a un banquete en el que Yogi recibiría un premio.
En el camino al evento Garagiola, quien iba manejando, le dice a Yogi: "Yogi, creo que nos perdimos". Le responde el gran Yogi: "Sí, pero vamos haciendo muy buen tiempo".
Cuando uno se enfila hacia la nada, hacia lo inconcreto, hacia lo insustancial o un destino incierto o errado, la velocidad del tránsito queda reducida a la irrelevancia.
El chiste, para todo individuo, organización o gobierno, es ir en el rumbo correcto para que entonces, y sólo entonces, tenga sentido el delta de transición en que se acerca a la meta.
Si uno está perdido, entre más rápido se avanza más se dificulta recuperar el rumbo correcto, que sólo es uno y sólo uno.
Tiempo y destino están ligados en el continuo tiempo/espacio por un hilo invisible, y cualquier desviación desfigura el tránsito y torna fútil el avance.
Lo que se dice FUERA de México sobre los acontecimientos recientes, la respuesta de su Gobierno y las características que hasta hoy exhibe, resultan para la imagen de nuestro País y sus perspectivas futuras sumamente negativas.
Nada conducentes para coadyuvar las METAS propuestas en los albores de una Administración que prometió mucho, pero que está logrando poco, realmente muy poco.
Entre ellas: crecer al CUATRO por ciento el PIB y crear MUCHOS empleos para elevar el nivel de vida de los mexicanos.
Se ofreció PACIFICAR el País, acabar con la impunidad y hacer valer la justicia, la paz y el orden.
La realidad es que México NO CRECE, apenas décimas de un 1 por ciento y tampoco se toman medidas para hacerlo crecer, que es lo peor.
Se le rinde pleitesía al concepto de la creación de empleos, se le aborda con mucho verbo...
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