Un fresco que conquista paladares

AutorLeticia Salazar

Es un fresco, pero anda de boca en boca y hasta ocupa un lugar importante dentro del consumo de carnes frías en México: el jamón.

Su producción no es tan fría como él, pues de las 565 mil toneladas de productos cárnicos que se elaboran en México anualmente, el 40 por ciento corresponde al jamón, siendo superado sólo por las salchichas.

Así, el consumo por persona de jamón se estima en 2.5 kilos al año.

Con su figura redonda, cuadrada, ovalada, rectangular o amorfa este fresco busca estar presente en todos los sandwiches o aperitivos, pero más allá de su silueta su sabor es el que dice la última palabra.

De acuerdo con los expertos, los yorks, horneado, virginia, americanos, cocidos y ahumados son los preferidos de los paladares mexicanos.

Aunque para las amas de casa los favoritos son los que realzan el sabor natural de la carne, para los hombres, los predilectos son los condimentados, y definitivamente en esta época los ahumados son la estrella.

Si bien, su origen es la pierna de cerdo, y representa hasta un 80 por ciento del mercado, el de pavo acelera su vuelo e incrementa su presencia en los refrigeradores.

En este gusto contribuye la tendencia del consumidor por elegir productos más saludables.

Y aunque pudiera decirse que a buen hambre no hay mal jamón, pues de variedad, marcas y tipos el mercado está repleto, comprar este producto es toda una aventura.

Si hace la prueba y selecciona diferentes jamones, se dará cuenta que aunque a simple vista parecen iguales, lo que se observa en ellos quiere decir mucho, aunque para fines prácticos usted lo desconozca.

Por ejemplo, dice Verónica Varela, de Control de Calidad de Sigma Alimentos, con tan sólo mirar varios jamones, usted puede saber a grandes rasgos si uno tiene más o menos grasa, carne, harina o incluso proteínas que otro.

Pero como actualmente no todas las marcas brindan información nutrimental ni lista de ingredientes que integran el producto, la compra es casi a ciegas.

"Nada nos garantiza ahorita que el jamón que estamos comprando sea lo que está diciendo la etiqueta y la lista de ingredientes (si los tienen)", sentencia Belinda Vallejo Galland, investigadora del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo.

Incluso, le pueden estar vendiendo un jamón bajo en proteínas como fino, agrega Varela.

Para poner fin a esta situación y regular la producción del jamón, se aprobó la Norma Oficial Mexicana sobre el jamón NOM-158-SCFI-2003.

Esta norma establece que a partir de marzo...

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