Franky Mostro / Fuera del huacal

AutorFranky Mostro

Ésta será la primera vez que confieso públicamente que, durante mi primer viaje a Europa para probar un auto, mi comportamiento no fue del todo correcto...como siempre, me ganó el vacilón.

Sucedió, a pesar que el director de la revista que me mandó al viaje, me había leído la cartilla pues además de ser una cobertura internacional, manejaría un bendito Porsche, el nuevo Boxster.

En el corazón de Mónaco, una oleada de nuevos Boxster y Boxster S nos esperaban mientras nos fletábamos el sermón de un instructor explicando la fenomenal ruta que incluía etapas usadas en el Rally de Monte Carlo y que fue diseñada en exclusiva para esta prueba.

Yo ya saboreaba el manejo a bordo de un Boxster S, pero en un movimiento maestro digno de el ejercito rojo de Mao, los periodistas chinos se apoderaron de absolutamente todos, dejando los modelos menos potentes para los ingenuos y menos gandallas periodistas americanos.

Pero no cabe duda que el destino pone todo en su lugar, y digo esto porque el único Boxster con transmisión manual de toda la prueba fue para el equipo mexicano Jaffar-Franky.

La prueba empezó como cualquier otra, una arrancada en una ordenada fila india hasta salir de la ciudad, pero al pasar 15 minutos y ver que los colegas chinos no aceleraban a más de 60 kilómetros por hora pensé, ¿si los rebaso me regañarán o me acusarán con mi jefe? Así que seguí conduciendo un par de kilómetros resignado a ser parte de aquella maravillosa y aburridísima caravana amarilla.

Pero un acontecimiento dio un giro de tuerca al día: por mi espejo izquierdo alcancé a ver un 911 rebasando imprudentemente, incluso al pasar a mi lado, vi que la 305/30 R 20 trasera iba pisando solo la mitad del pavimento, en busca de una desesperada bocanada de libertad y camino libre. En ese instante volteé a ver a Jaffar, que interpretó mi mirada perfectamente y me dijo: "te faltan h..."

Era todo lo que necesitaba, un detonador de maldad, así que cambié de tercera a 2,300 rpm a una enjundiosa segunda que despertaba el motor Boxster a más de 4,000 rpm. Mi misión era seguir a ese 911...

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