Francisco Javier González / Nadio oyó el tic-tac

AutorFrancisco Javier González

Los artefactos explosivos de las películas tienen hasta en las más extremas situaciones de peligro, una cuenta regresiva que avisa de lo que va a suceder si no se desactivan antes de llegar al cero.

Así, vemos a los héroes de la pantalla apretar los dientes tras hacer un enorme esfuerzo para llegar al botón -o más difícil, la contraseña secreta- y parar en el último instante el mecanismo que amenazaba con destruirlo todo.

Las cuentas regresivas en el Veracruz han sido frecuentes y peligrosas.

Cada inicio de torneo, cuando hay que saldar adeudos para poder seguir compitiendo, ha vivido un viacrucis.

No se diga cuando ha tenido que pagar con dinero los errores que en la cancha le han convertido en un descendido consuetudinario, enfermedad que sale cara y no tiene cura. Recaer en ella es de lo más normal.

El propietario del Veracruz, como en las sagas filmadas, corre un riesgo mayor conforme avanzan las entregas. Ahora no se trata solamente de inscribirse o no en el torneo, sino de la tragedia que implicaría hacerle un boquete a la Liga del tamaño de tener que abandonarla a medio camino con las afectaciones derivadas de ello.

Los motivos que llevaron a Fidel Kuri a pagar los 120 millones de pesos que le mantuvieran en la Liga MX los conoce él.

Está claro que no tenía más dinero para formar un plantel competitivo, para hacerle frente a la operación y a fin de cuentas, para salvar el honor de la franquicia dándole al puerto, por fin, un equipo ganador.

Contrató a jugadores en general veteranos que podían alargar un poco más su carrera, recurrió a otros que ya tienen...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR