Una flor que se niega a morir
| Autor | Florencia Podestá |
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis.- En la puerta de una espectacular estructura que parece un animal acorazado se lee: OM... ¿Acaso es un salón de yoga?
"No. Orquídeas Moxviquil", responde guiñando un ojo Cisco Dietz, director de Orquídeas Moxviquil Jardín Botánico.
Y es que en nuestro recorrido por los senderos de la Reserva Moxviquil llegamos a esta construcción ecológica y vanguardista que funciona como invernadero y cobija a una pequeña selva lacandona que encanta con su ambiente húmedo, colores y orquídeas.
Estas últimas se asoman entre musgos sobre las ramas y están documentadas con letreritos semiocultos.
Pero es Cisco, fotógrafo que devino botánico por pura pasión, quien nos cuenta cómo nació este lugar.
"En mis viajes por las carreteras de Chiapas, muchísimas veces me encontré con personas que talaban el bosque en forma ilegal. Yo bajaba del auto y al acercarme veía un cúmulo de lo que ellos llamaban 'basura', que en realidad era todo lo que crecía sobre los árboles y que, como no era madera, se quemaba. ¡Entonces pude ver que toda esa 'basura' eran orquídeas!" Sabiendo que no podía dejarlas allí, Cisco preguntaba si podía llevarse el 'desperdicio'. Así fue reuniendo cientos de especímenes de orquídeas.
Incluso, algunas son muy raras o desconocidas para la ciencia. Con ellas creó un jardín botánico en su propia casa, que pronto obtuvo el reconocimiento oficial, ya que la orquídea es una especie protegida en peligro de extinción.
Con los años la colección siguió aumentando, siempre a causa de la destrucción creciente de los bosques chiapanecos y gracias a los rescates de Cisco. Por eso, Pronatura Sur apoyó la creación del Jardín Botánico en la Reserva Moxviquil, un ambiente boscoso ideal para el orquideario.
En el proyecto se ha buscado reproducir con fidelidad el ecosistema natural, por eso hay árboles, bromelias, helechos, musgos y líquenes que viven conjuntamente con las orquídeas.
Cisco nos hace notar que en la naturaleza, muchas de las orquídeas estarían fuera del alcance de la vista humana, pues suelen situarse en la parte alta de la cubierta forestal, sobre los 30 metros de altura.
Así, este complejo otorga el privilegio de observar el hermoso y poco accesible mundo de las orquídeas.
"Las orquídeas son inmortales", comenta Cisco, quien en su papel de guía botánico contagia el entusiasmo.
"No mueren de vejez, no están programadas para morir como otros árboles y plantas. Pueden morir porque se cae el árbol o la rama en la que...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba