En firme

AutorArmando K'sas

Riu Macroplaza

Lo sé. Se irán de espaldas los protagonistas de la transacción que pretende traer al Hotel Riu a Monterrey cuando lean esta columna.

Y es que lo están manejando con tanto sigilo (como un secreto más guardado de lo que fue la tercera revelación de la Virgen de Fátima, o lo que son ahora las finanzas de Nuevo León).

Pero como mi pecho no es bodega, ahí les va la información.

Primero, por si fuera poco el interés que puede causar la llegada de esta cadena española a tierras regias, agréguele otro condimento igual de morboso: dónde se pretende construir.

Para no hacerla más de emoción, les cuento que de buena fuente sé que los del Hotel Riu andan en negociaciones para instalarse en el predio donde está la Capilla de los Dulces Nombres.

Así es. Precisamente en el terreno delimitado por las calles Zuazua, Dr. Coss, Padre Mier y Matamoros (enfrentito del Teatro de la Ciudad).

Antes de que los despistados alcen sus voces contra la invasión a este "predio patrimonio de todos los regiomontanos", debo comentarles que la manzana en cuestión es propiedad privada.

Algunos recordarán que desde hace poco más de una década, en mayo del 2000, ya se ofrecía el lote en venta por los de Remax.

Luego, en el 2006, los mismos de Remax se juntaron con los de Sheldon Good para subastar el inmueble.

Veamos si ahora hay más éxito, ya les contaré, pues la operación aún no está amarrada.

· El desarrollo que sí es más concreto que el concreto, es uno que está a punto de terminarse en el Parque de Investigación e...

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