Coordenadas/ El fin de un ciclo

AutorEnrique Quintana

Cuando usted lea estas líneas, probablemente ya conozca con certeza razonable el resultado de las elecciones presidenciales. Al momento de escribirlas, persiste la incertidumbre.

Quien llegue a Los Pinos el 1 de diciembre será de facto el primer Presidente del nuevo siglo. No sólo es el calendario el que marca una nueva etapa, también serán las condiciones generales del país.

Hagamos un breve recorrido por algunas de las condiciones en las que arribaron al poder los últimos gobernantes.

Ernesto Zedillo llegó al poder en 1994 en una situación complicada. Por un lado, el país atravesaba una inédita crisis política derivada de los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu, así como del alzamiento zapatista en Chiapas y de otros acontecimientos que amenazaron la estabilidad en ese año. Las sacudidas políticas habían causado también una potencial crisis económica por el debilitamiento del peso.

Quizás la resolución que tuvo esa condición de fragilidad en diciembre de 1994 fue la peor entre todas la posibles y con ello nos despeñamos en la peor crisis económica de la historia moderna, en 1995.

En 1998, Carlos Salinas llegó al Gobierno en un entorno extremadamente complejo. Había ganado -oficialmente- las elecciones más cuestionadas y competidas de la historia moderna, lo que le daba una gran debilidad política. El PRI había sufrido una gran fractura al salir de él la Corriente Democrática. En la economía, estábamos a siete meses de que hubiera arrancado un Pacto de Solidaridad Económica en que casi nadie creía y arrastrábamos las secuelas de una interminable crisis de la deuda externa y de los desastres de años anteriores.

Salinas logró darle la vuelta a estas condiciones en muy poco tiempo y al finalizar 1989 su Gobierno parecía tener una solidez que pocos creyeron que alcanzara.

En 1982, Miguel de la Madrid tomó el poder en una situación de grave fractura social y crisis económica. Apenas tres meses atrás López Portillo había decidido estatizar la banca y poco antes había declarado que México se había quedado sin fichas y ya no podía pagar su deuda externa. Nos deslizábamos hacia una de las peores recesiones que se hubieran padecido hasta entonces y a una situación de conflicto social.

El mérito de De la Madrid, si lo hubo, estuvo en haber evitado que ese conflicto estallara. Sin embargo, su administración ha sido la que peores saldos económicos y sociales dejó, pues desde su llegada y a lo largo de todo el sexenio, no hubo ni crecimiento ni mucho...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR