Felipe Díaz Garza / Todos chapulines

AutorFelipe Díaz Garza

El buen humor que Jaime Rodríguez encontró tardíamente la mañana de su Quinto Informe de Gobierno dejó con la boca cerrada a sus oyentes obligados, los diputados del Congreso local.

Ni una sonrisa esbozaron ni respondieron fieramente, como ellos increparon muchas veces al Gobernador durante sus muchos encuentros y desencuentros entre octubre del 2015 y septiembre del 2020.

Los mismos legisladores sectarios que acusaron a Rodríguez de ser un tránsfuga irresponsable cuando, apenas llegado al cargo que todavía ocupa, les pidió licencia para irse a jugar por "la grande", en una campaña presidencial que perdió frente al hoy Presidente López Obrador.

Jaime nunca tuvo posibilidades de ganar, aunque él seguramente se juraba primer mandatario frente a un espejo negro, y regresó con los mismos o menos honores, cuando se había comprometido a no volver si era derrotado, perdiendo, además de "la grande", una buena parte de su popularidad local.

Ante esos Diputados se presentó Rodríguez el miércoles a rendir cuentas y a regresarles, con buen humor, sus acusaciones de los últimos pocos años.

Una nota periodística de Daniel Reyes que no tiene desperdicio consignó en EL NORTE que el Gobernador les reviró sus señalamientos críticos a los sectarios y partidistas legisladores locales de todos los partidos.

El Gobernador les preguntó cuántos de los que lo criticaron por dejar la Gubernatura para ir en busca de la Presidencia dejarán ahora su curul en busca de un nuevo puesto. Nadie respondió, pero hasta hoy son 11 de los 42 Diputados locales los que han expresado su intención de buscar otro cargo público, como Alcaldías o Diputaciones federales, mientras que 20 más pretenden reelegirse para el Congreso local.

"Es un derecho que tienen, y en Nuevo León tenemos que aprender a respetar ese derecho", dijo Rodríguez en una entrevista posterior. "Solamente se los recordé, porque me picaron tantito la cresta y, pues, ellos van a hacer lo mismo".

Antes les había dicho a los mudos diputados: "Yo aguanté la crítica, pero también ustedes aguanten la mía".

Le costó trabajo a Jaime, pero aprendió a reírse y, con más razón, escudado por un tapabocas que, si detiene...

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