Felipe Díaz Garza / Se le subieron los cadillos

AutorFelipe Díaz Garza

El Alcalde Víctor Fuentes, de San Nicolás, ya debe haber solicitado a su colega Gobernador Jaime Rodríguez que le preste un equipo de fumigadores contra la influenza, de los que el pintoresco Ejecutivo estatal utilizaría, si pudiera, para deshacerse de sus críticos, léase periodistas en el caso de Jaime.

El no menos pintoresco Alcalde utilizaría a los fumigadores para matar a sus respectivos críticos, en su caso los ciudadanos de su Municipio, sus electores y jefes, que presentan denuncias en la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información del Estado de Nuevo León (CTAI) contra el edil nicolaíta, según él con la intención de afectar a su Gobierno.

"Su finalidad es pretender denostar la Administración, ser un "cadillo", afirmó Víctor.

Otros Alcaldes del área metropolitana también se quejan de ser mal interpretados por la ciudadanía y por la CTAI del Estado, pero ninguno con la contundencia decidida de Fuentes, expresada grotescamente al llamar cadillos a sus denunciantes.

Esa contundencia, desde luego equivocada en su objetivo, aunque no en su intención de vengarse de quienes disienten con su criterio ocultista, destaca más por el origen partidista de la actual Administración.

De hecho, dudo en llamar panista a Fuentes porque, gracias a la terquedad cadillense de verdaderos panistas, su partido ha escalado posiciones de poder real, como ésta y muchas otras alcaldías en toda la República, igual que gubernaturas y dos veces la Presidencia de México.

Eso hubiera sido imposible y Víctor Fuentes no sería hoy Alcalde ni aspirante a una gubernatura si los panistas anteriores a él, los que no ganaban elecciones pero bien que las peleaban, no hubieran sido unos cadillos introducidos en el corruptor organismo priista, al que a todo riesgo fregaron hasta que lo vencieron.

Todavía más significativo es el valor de los cadillos panistas en San Nicolás, que fue ganado por los cadillos que se le subieron al PRI por un panista memorable y diríase que heroico, el ingeniero Luis J. Prieto, uno de los hombres más íntegros y ejemplares que ha tenido México, cuya conducta de candidato y de Alcalde en San Nicolás cambió el rumbo de la política...

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