Felipe Díaz Garza / ¡Sálvese quien pueda!

AutorFelipe Díaz Garza

Una dramática llamada de auxilio fue la que les dio la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a los empresarios mexicanos la semana pasada.

"Yo vengo a solicitarles que en tema de la seguridad pública cerremos filas que, además, dejemos a un lado la politiquería que a nada nos lleva, tampoco la búsqueda de ganancias electorales de corto plazo", planteó la funcionaria en un desayuno a los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), encabezado por el presidente del poderoso sindicato de industriales Carlos Salazar Lomelín.

Ello después de que el Presidente López Obrador, jefe directo de la Secretaria, reiteradamente ha declarado que "vamos bien", según los otros datos que él tiene, que contemplan como aciertos de su estrategia contra el crimen organizado los asesinatos de los LeBarón y la derrota de las fuerzas militares y policiacas del Gobierno federal en Culiacán a manos de los liberadores del hijo de "El Chapo" Guzmán.

"Sé del valor que tiene la tranquilidad personal y familiar para todos ustedes, nadie puede realizar su vida cotidiana bajo la sombra del temor que provoca la violencia criminal, por eso también vengo a pedirles que cerremos filas ante el reto contra las organizaciones criminales", dijo a sus anfitriones del CCE una compungida ministra, prácticamente al borde de las lágrimas.

"Que en este asunto no haya divisiones, tampoco haya malos entendidos, que vayamos juntos Gobierno y sociedad, empresarios, organizaciones civiles, autoridades federales, locales, municipales.

"Tenemos que construir y tenemos que recuperar la tranquilidad y la seguridad de nuestros hogares, de nuestras calles, de nuestras plazas, de nuestras carretera, de nuestros caminos".

Lo curioso es que los empresarios seguramente querían a su vez pedir auxilio al Gobierno federal, por lo que no les quedó más remedio que darle su pésame a la doliente funcionaria, que se les adelantó.

Los hombres del CCE y sus colegas del giro de la productividad obligada, ciertamente, tienen tantas o más razones que la abogada Olga para estar alarmados por lo que está sucediendo en el País, cada día más violento, cada día más en manos de la delincuencia, cada día más pobre y, sin la menor duda, cada día más lejos de la...

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