Felipe Díaz Garza / Se repite la toma
| Autor | Felipe Díaz Garza |
Dice el Presidente López Obrador que "la gente se cansa de tanta pinche transa". El sábado en Tamazula, Durango, enardeció a sus oyentes con esta expresión referente desde luego a la Administración federal anterior y a todas sus anteriores.
Tiene razón, pero igual la tendrá su sucesor cuando en seis años haga campaña y lo señale en Tamazula o en cualquier otro poblado olvidado de la mano de Dios como un pinche transero, con la misma frescura con la que el folklórico Jefe del Estado mexicano habla hoy de su antecesor y los de éste.
Eso es lo que dirá cualquiera que revise las transacciones que ya se van dando entre el Presidente y demás corruptos y transeros, como los sindicatos de maestros o coordinadoras de movidas chuecas.
Como hubiera dicho Clavillazo que, hace más de medio siglo, fustigaba con ácido humor la corrupción de la clase política mexicana, cuyos líderes son los Presidentes: ora ladrones, como Miguel Alemán Valdés, ora asesinos, como Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez.
Y todos han comprado de muchas maneras la complicidad de los sindicatos, a cuyos líderes han mantenido en el poder manteniéndolos en su casa.
Pemex, los burócratas, los electricistas, los del IMSS y preponderantemente los maestros, ya bajo el SNTE o bajo el otro membrete de lo mismo, la CNTE.
Desde luego que los comprados por los Gobiernos revolucionarios han sido históricamente los líderes sindicales, como "La Quina" y Romero Deschamps en Pemex o como Jonguitud Barrios y su engendro Elba Esther en el magisterio.
Pero los propios mentores de mentiras no son inocentes, pues han disfrutado los beneficios de la corrupción que ellos y ellas practicaron, dizque manipulados por sus dirigentes, a los que sostuvieron sin dudar, como hoy han vuelto a sostener y la pondrán tarde o temprano al mando literal que ejerce virtualmente, a la ex presidiaria Elba Esther Gordillo, encarcelada y liberada por Enrique Peña Nieto, a quien AMLO ya le perdonó haber molestado a la "maistra".
Tan le perdonó, como el avión y la casa blanca y la inseguridad pública y "tanta pinche transa", que ya prepara su contra reforma educativa.
Tan malo el pinto como el colorado, que decreta a los maestros como prioridad de la educación en lugar de los niños y niñas mexicanos, que deberían ser educados en la mística de la honradez republicana juarista, que Andrés Manuel presume practicar.
En el nuevo orden, el de la cuarta transformación, los maestros no podrán ser evaluados en su desempeño.
Y...
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