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Felipe Díaz Garza / Puerta de entrada y salida

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Vincent
AutorFelipe Díaz Garza

El Presidente de la República se equivoca con su postura demagógica de considerar "sagrado" el derecho de asilo.

El mandatario ejemplificó lo que dijo con el paso franco que el Presidente Cárdenas dio a los españoles que en el 39 huyeron de la tiranía fascista española, que fueron recibidos indiscriminadamente en México.

Muchos de los migrantes huyendo de la dictadura en la Guerra Civil española fueron un abono de enorme valor para México, pero no todos eran Luis Buñuel y García Lorca ya había sido asesinado por ser homosexual, no por poeta ni por comunista.

Había muchos poetas, pintores, filósofos, maestros, intelectuales, músicos, bailarines, pensadores, libreros y profesionistas de muchas otras ramas, que le dieron a México su trabajo y su vida generosamente. Pero había también entre los refugiados gente sin mayor valor que su acento y sin mayor interés que sobrevivir haciendo la América.

Estos últimos hicieron aquí su vida, su gran vida. Y cobraron por bello armando empresas, vendiendo lo vendible, aprovechando la ignorancia de un pueblo pobre y fácil de sorprender.

La migración republicana española difícilmente llenó solicitudes de visa de entrada al país que les dio una segunda patria, a la que los buenos honraron y a la que los malos quizás no deshonraron, pero no le hacían falta y entre ellos se colaron fascistas franquistas perseguidos por sus iguales, pues nadie odia más a un fascista que otro fascista.

Pero después, muy pocos años después, llegaron barcos llenos de nazis prófugos de la justicia global, disimulados, algunos desvergonzados hasta fingiendo ser judíos, que aquí salvaron el pellejo, igual que los miles de tránsfugas del III Reich que llenaron Argentina, Chile, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Brasil y otros países de Centro y Sudamérica.

Muchos de ellos célebres cuando fueron descubiertos y de muchas maneras ajusticiados, como Adolf Eichmann y Josef Mengele, continuaron aquí -me refiero a América- sus prácticas perversas en contra de la humanidad.

¿Derecho de asilo parejo? No me parece parejo. Sobre todo cuando los aspirantes a recibirlo han sido...

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