Felipe Díaz Garza / Un pasado que reconstruir

AutorFelipe Díaz Garza

Apenas se vaya Peña Nieto para su casa nos arrepentiremos de habernos portado mal con él, nomás porque creíamos que se portó mal con nosotros. Nos arrepentiremos de los miles de chismes y chistes crueles cibernéticos a su salud, con los que sustituimos ampliamente los chismes y chistes crueles de boca en boca que le dedicábamos a Luis Echeverría.

Pero por lo pronto la pera loca para ejercitar nuestros puños es Peña Nieto, quien además da material de sobra para maltratarlo, como lo dieron todos sus antecesores, pero ninguno más que Enrique, ni siquiera Vicente Fox. Y eso que Fox era y sigue siendo bueno pa' meter la pata y decir boberías sin sentido.

Y a Fox lo siguió uno peor, que fue y sigue siendo Felipe Calderón. Decía tantas incongruencias y hablaba tan mal, que muchos malhoras lo acusaban de ser alcohólico, cuando mi añorado Presidente sólo hablaba y habla como si anduviera hasta 'tras, cuando anda bien hasta 'delante, por eso se cayó de la bici por arriba de los manubrios.

Pero con todos los desmanes de palabra, de comportamiento, de incultura y de mente de Chente y de Jelipe, no negará usted que el atlacomulqueño Enrique les dio el quinto y las malas a sus dos antecesores panistas y a toda la ristra de priistas. Nomás reviva sus desmanes bibliográficos, sus declinaciones estuporosas y su desconocimiento de la geografía nacional e internacional. Peña revuelve nombres propios, ciudades con estados y países.

Y así como se le revuelve la mente, revuelve escrituras de casas ajenas con propias (con o sin separación de bienes) y promesas de campaña o de inauguración de sexenio con petardos de un Gobierno que no la hizo.

Sí, el compañero Peña no la hizo y, si la hizo, la hizo peor que sus antecesores, para quienes se constituyó en el futuro peor para México que muchos mexicanos ingenuamente creímos que ya había pasado con los Gobiernos anteriores al del ex joven promesa atlacomulquense que, en un tronido de dedos, se convirtió en un viejo achacoso bueno para nada: incumplido, corrupto, mentiroso, contradictorio, inculto, iletrado funcional y...

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