Felipe Díaz Garza / Nadie sabe, nadie supo

AutorFelipe Díaz Garza

Es muy difícil seguirle la pista a los obsequios asistencialistas que hace el Gobierno. La fiscalización es a pura palabra de empleados públicos tradicionalmente corruptos. Está en pablillense probar que los cobertores del "cobijagate" existieron o, lo contrario igual de difícil, garantizar que no existieron.

Nadie sabe dónde estuvieron ni dónde están ahora las 200 mil cobijas que supuestamente compraron Rogelio Benavides y Gonzalo Padilla en las postrimerías del 2015, coincidentes con la alborada del Gobierno estatal de Jaime Rodríguez.

Pero millones de pesos fueron pagados por la Tesorería estatal a una empresa comercializadora, cuya existencia es tan fantasmagórica como las colchas que ni siquiera sus eventuales usuarios vieron, pues el invierno 2015-16 fue muy benigno y no ocupó, como dice coloquialmente nuestro licencioso Gobernador con licencia, repartirlas a los pobres con frío.

No hubo enfriados en ese tiempo, en el que más bien ocupó (de nuevo el licencioso dixit) repartir abanicos, aunque fueran de aquellos antiguos de Pedro Infante.

Quién sabe dónde se guardaron las colchas. Ningún Fiscal volvió a saber de ellas. El único rastro, el del pago emitido por la Tesorería por órdenes de Benavides y Padilla, subsecretario de Administración y director de Adquisiciones del régimen, respectivamente, fue cobrado, presuntamente por la fantasmal comercializadora Mirof.

Pero el destino final real del dinero se ignora, aunque sobran mal pensados que fue a dar a los bolsillos y a la panza de los funcionarios del licenciado Jaime.

Y más mal pensados todavía sospechan que el dinerito, alrededor de 20 millones de pesos, untó manos superiores a las de los dos escuderos, ya sea para gozo personal de sus recipendiarios o para ayudar a pagar gastos de la larga pre-pre-precampaña presidencial del amenamente coloquial Jaime Rodríguez Calderón.

Ni Benavides ni Padilla fueron tocados por ninguna investigación seria y no fueron procesados por la Fiscalía Anticorrupción anterior, cuyas funciones, inútiles hasta la fecha en estas y otras diligencias, están ahora duplicadas sólo por un año, el electoral, por una nueva, creada...

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