Felipe Díaz Garza / De hot cakes a pancakes
| Autor | Felipe Díaz Garza |
Para lograr una distribución más justa de la riqueza habría que pensar primero en una distribución más justa de las oportunidades, pues si hombres y mujeres no las pueden aprovechar por falta de entrenamiento, de nada sirve que se presenten. En ese contexto, hay que revisar la proposición para establecer por ley el inglés como segundo idioma y por tanto hacer obligatorio su aprendizaje desde las escuelas primarias. El Secretario estatal de Educación, Reyes Tamez Guerra, anunció que enviará una iniciativa al respecto al Congreso en un par de semanas.
Hasta ahora, el aprendizaje del inglés y de otros idiomas, desde preescolar hasta profesional, si no obligado por ley sí demandado por el mercado, es una oportunidad privilegiada a la que sólo tienen acceso los estudiantes de la mayoría de las escuelas privadas, algunas de las cuales operan prácticamente en ese idioma, al grado que es el español el que se convierte ahí en el segundo idioma. Eso no me parece mal sino todo lo contrario.
El mundo de hoy se maneja en inglés. El idioma de la tecnología necesaria para acceder al desarrollo y a la modernidad es el inglés. Si nuestros estudiantes quieren aprender y entender todo lo necesario, deben aprender y entender inglés y eventualmente estudiar en el extranjero, en inglés. Entonces lo que está mal es que las oportunidades de aprender inglés no estén justamente distribuidas y que no tengan acceso a ellas los estudiantes de las escuelas oficiales porque, a diferencia de las escuelas privadas, no tienen un mercado tan fuerte como una ley que obligue al sistema a homologar oportunidades.
Lo que es peor es que la distribución injusta de una oportunidad de crecimiento individual, como es el aprendizaje del inglés, se traduce en obstáculos insalvables para el desarrollo, no sólo el personal sino el nacional. Los empleadores demandan que sus nuevos empleados dominen el inglés y no lo hacen por gusto, sino por la imperiosa demanda de sus necesidades y de sus socios extranjeros. La mayoría de las becas para estudios de postgrado, incluso en México, ponen el dominio del inglés como requisito indispensable para obtener una beca o para ser admitido, aún pagando el estudiante su colegiatura.
Manuales, libros, revistas especializadas, instructivos de operación instrumental y hasta la mezcla para hacer hot cakes, vienen en inglés. Cuando le hablo de hot cakes pienso en la mezcla de harina Pionner que venden en la tienda de productos de importación, que trae una...
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