Felipe Díaz Garza / Las guerras perdidas

AutorFelipe Díaz Garza

El Presidente Calderón puede hacer todas las declaraciones de descargo de culpa que quiera, pues los ciudadanos de este país, por ley, tenemos el derecho de defendernos de las imputaciones que se nos hagan y él es un ciudadano más con derecho a ése y a otros derechos.

El Mandatario puede asegurar, incluso como lo hizo ante los alcaldes panistas en cónclave preelectoral, que entre el 2008 y el 2010 la pobreza extrema fue contenida por su Gobierno y que "de otra forma se hubiera expandido irremediablemente", a diferencia de la pobreza ordinaria que, en esos dos años del calderonato, subió de 48.8 millones de afectados a 52 millones.

Estos últimos datos, los del incremento de pobres ordinarios, no los anunció el Presidente (ni loco que estuviera para autoincriminarse) sino que aparecieron en el reporte 2010 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), presentado la semana pasada.

En sólo dos años, consignó dicho reporte, 3.2 millones de mexicanos cayeron en situación de la denominada pobreza multidimensional, que considera variables de ingreso y acceso a derechos sociales como la salud, educación, alimentación, vivienda, servicios básicos y seguridad social. Esto representa un aumento del 44.5 al 46.2 por ciento del total de habitantes a nivel nacional.

Si sólo se consideran los ingresos, son 5.4 millones más los que están por debajo de la línea mínima de bienestar, que prevé 2 mil 114 pesos mensuales para la zona urbana y mil 329 para la rural. En ese periodo, la cifra total correspondiente en este renglón pasó de 52.3 millones a 57.7 millones.

El Presidente se descarga también, por supuesto y con gran énfasis, en la crisis global del 2009 y en la contingencia sanitaria de mismo año provocada por la epidemia de influenza, culpables directas y no "el Gobierno del Presidente de la República" del empobrecimiento creciente de los mexicanos, reportado, sin duda confiablemente, por el Coneval con un saldo al 2010 de 57.7 millones de mexicanos debajo de la línea mínima de bienestar o 52 millones de personas en pobreza generalizada o multidimensional, de los que Calderón se sacó de la manga 3.2 millones entre el 2008 y el 2010.

Y digo que se los sacó de la manga porque, unos meses antes de empezar este capítulo de nuestra historia novelada de empobrecimiento, en enero del 2009 en Davos, mi tocayo presidencial presumía de la solidez de la economía mexicana bajo su...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR