Felipe Díaz Garza / Se descompuso el IMSS

AutorFelipe Díaz Garza

El ataque sanitario que el coronavirus ha desatado sobre nuestro planeta debe ser respondido al mil por ciento por los Gobiernos y los ciudadanos de todos los países.

Combatir con efectividad la pandemia y resolver la crisis con un saldo mortal lo más bajo posible es la gran prioridad de nuestros días, pues el hiperactivo nuevo virus tiene la capacidad de acabarnos... si no lo acabamos.

Los nuevoleoneses, pues, como en todos los demás pueblos de la Tierra, estamos en grave peligro si no entendemos que el conflicto que vivimos es terminal.

Pero, al mismo tiempo, la vida tiene otros enemigos y muchos otros peligros nos acechan y sería suicida no atender efectivamente esos otros retos a la supervivencia que, ya antes del destape del coronavirus, nos amenazaban y, lo que es peor, nos siguen amenazando mortalmente.

Las noticias sobre la pandemia que vino de China llenan casi por completo los espacios noticiosos y editoriales de todos los medios de comunicación. En medio de la preocupación colectiva por la amenaza del virus acechante, no es fácil percibir que otros eventos amenazantes, que ya nos habían soplado los cornos de la muerte antes de la aparición del CV hace tres meses, continúan siendo una amenaza.

Mas, aunque menores en impacto mediático que el nuevo virus, los anteriores problemas no son menos inquietantes, además de que, matemos o no al devastador enemigo nuevo, seguirán latentes y roedores de los cimientos cada vez más endebles de nuestra sociedad.

EL NORTE publicó ayer un reporte sobre el drama que viven los niños con cáncer, pacientes en la Clínica 25 del IMSS en Monterrey, que tienen casi un año ya (el triple del tiempo que el CV lleva cabalgando sobre la Tierra) sufriendo su terminalidad con escasez de medicamentos para su mal.

Pues para hacer peor la terrible situación, anteayer "se descompuso la campana que hace las mezclas para las quimios", dijo la mamá de Sofía, de 6 años, quien fue internada el martes y tendría que haber comenzado antier su ciclo. "Primero era lo del medicamento que faltaba y ahora lo que falló fue la campana que hace las mezclas".

Sofía tiene un tumor meduloblastoma y su mamá contó que gracias a la agrupación Apadrina un Niñ@ consiguió los fármacos, porque hace tres semanas no había. "Conseguimos el medicamento y resulta que de nada sirvió", lamentó.

Otro caso es el de Victoria, de 6 años, con leucemia linfobástica aguda, cuya mamá la llevó antier a la Clínica 25 para recibir su quimioterapia, pero la...

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