Felipe Díaz Garza / El Código da Vinci

AutorFelipe Díaz Garza

No entiendo la sonrisa davinciana de "La Barbie" en las fotos de su presentación pública por sus captores (o receptores, si es cierto que se entregó porque quiso, como andan diciendo por ahí). Pero menos entiendo la risa en carcajada picassiana de Felipe Calderón en el Aeropuerto de Monterrey, rodeado de guaruras hombres y mujeres y coreado por su deleitado Secretario de Comunicaciones, Juan Molinar Horcasitas. Mi tocayo Presidente, además, se aplaudió a sí mismo, como actor en el teatro, en la inauguración de la muy retrasada Terminal B del Aeropuerto Internacional.

Y vaya que se necesitaba aplomo de histrión, pues la nueva terminal aérea es inútil en este momento, según lo puntualizó el ex Gobernador panista Fernando Canales, pues la quiebra de Mexicana de Aviación dejó prácticamente sin uso la Terminal A, que hoy luce vacía. La obra se tardó todo el tiempo del mundo, tanto que dejó de ser necesaria por un plazo que, fertilizado por la crisis económica que todavía no brincamos, será mayor al del retraso.

¿De qué se ríe el Presidente, pues? ¿Por qué lo corea laboralmente su ministro de Comunicaciones y mentor Molinar Horcasitas? Y no es sólo el retraso de la construcción lo que deja sin respuesta estas preguntas. Más bien, la alegría calderoniana y el autoaplauso del Aeropuerto no se entienden porque, con todas las presunciones de éxito oficial, incluida la supuesta captura de Édgar Valdez Villarreal ("La Barbie"), el Gobierno, comprendidos todos sus niveles organizacionales y partidarios, lleva perdida la guerra contra la delincuencia organizada que encabeza, precisamente, Felipe Calderón.

No necesito extenderme mucho en ejemplos concretos. Basta referirlo a usted a las páginas periodísticas que no inventan las malas noticias, tan sólo las reportan. Permítame que le concrete, reiterativamente, pues ya lo he hecho antes aquí mismo, que en poco menos de un mes, entre el 18 de agosto y el 8 de septiembre, han sido asesinados tres alcaldes de municipios invadidos por los bandidos, El Naranjo, S.L.P.; Hidalgo, Tamps., y Santiago, N.L.

No mucho antes fueron asesinados un candidato panista a Alcalde y el candidato priista a Gobernador, ambos en Tamaulipas. En Durango cinco alcaldes han sido asesinados, el último desaparecido desde hace dos años. Todos ellos eran alcaldes durante el periodo municipal que concluye este año. En Michoacán dos ediles...

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