Felipe Díaz Garza / Amigotes con todos los privilegios

AutorFelipe Díaz Garza

El Gobernador Jaime Rodríguez menosprecia la transa en la que incurrió al pagar sin justificación 50 millones de pesos a su Rasputín ventrílocuo Guillermo Rentería.

Cuando Jaime arrancó su campaña para Gobernador, Rentería empezó a trabajar para él. Mas uno y otro, más enfático Jaime, juraron y perjuraron repetidamente que solo eran amiguillos, dizque sin privilegios, y que el propagandista lo sería oficiosamente, pues no cobraría por sus servicios, los que prestaría por pasatiempo.

Además, el hoy Gobernador ha afirmado reiteradamente que no contrataría ni medios ni medieros con cargo al erario para pagar propaganda, pues todo eso ocultaba raterías priistas, como en el Gobierno anterior y todos los tricolores, como aquellos a los que por poco más de 30 años Jaime sirvió abyectamente.

Tal intención anunciada metió votos a las urnas a favor de Jaime, de manos de un electorado profundamente disgustado con la corrupción priista evidente. Los votantes escogieron creerle al caudillo delirante.

Pero fuimos engañados. Jaime y Guillermo mintieron. Desde el primer momento de la campaña para Gobernador y luego en la Gubernatura que ganaron y en la campaña para la Presidencia que perdieron hubo diseño venal de propaganda y su difusión pagada en múltiples formas.

Claro que hubo flujo de dinero para la campaña de Gobernador elaborada por Rentería y para los primeros meses de propaganda de la Gubernatura, antes de que Jaime se largara frívolamente del Estado, junto con su heraldo cobrón de dinero público con fines privados personales.

Luego, ya perdedores por falta de talento político y campañero, regresaron el Gobernador y su amiguillo a reconectarse a la ubre estatal y ordeñarla.

Y en dos que tres patadas, Jaime le aventó a Rentería nada menos que 50 millones de pesos, de esos que el fracasado mercadotecnista aseguró que no cobraría nunca, pues sus esfuerzos, dijo, los otorgaba graciosamente.

Pero desagraciadamente los resultados, pues desde el primer día del indeseado regreso del aspirante a sátrapa, el populómetro que Rentería debería haber hecho subir, o cuando menos mantenerlo estable, se les derrumbó al Gobernador y a su publicista a sueldo.

Y vaya que es un buen...

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