Felipe Díaz Garza/ Cara al sol...

AutorFelipe Díaz Garza

Cuando Acción Nacional no tenía acceso al poder, encontrar candidatos no era tarea fácil para sus dirigentes. Para poder competir agarraban hasta piedras, como cuando hace unos 18 ó 20 años promovieron como candidato a la alcaldía de Monterrey al priísta tránsfuga Ricardo Martínez Torres y por supuesto perdieron. Claro que el negocio entonces era precisamente perder y mantener la carismática pero poco comprometedora condición de víctima marginada y perseguida políticamente, y quizás el abanderamiento de candidatos sin ángel y condenados anticipadamente a la derrota, como Martínez, era una estrategia panista para perder adrede.

Ahora el PAN es un partido que gana elecciones y seguramente le sobran candidatos, sus dirigentes ya no batallan para encontrar propuestas adecuadas de representación, pues para empezar los propios panistas cupulares desean una tajada del pastel electoral, aunque ya no es tan fácil tampoco hacerse de una candidatura blanquiazul, pues la tómbola de la democracia es impredecible, como lo fue en la reciente elección interna de candidatos panistas a senadores, en la que panistas cupulares como Fernando Margáin y Humberto Treviño Landois, fueron vencidos por una sorpresa totalmente inesperada, Adalberto Madero, quien obtuvo su nominación en contra de los deseos y los designios de la manipuladora dirigencia estatal panista.

Sin duda, para evitar otra de esas desagradables sorpresas de la democracia, la dirigencia panista de Nuevo León vetó en días pasados a 17 aspirantes a candidaturas de ese partido a cargos de elección popular y cuando los vetados se quejaron públicamente fueron amenazados hasta con la expulsión definitiva, pues "sus acciones pudiesen tener un impacto en el ánimo del Comité o en el ánimo de la dirigencia", dijo ominosamente el nada animoso y nada animador secretario general del Comité Directivo panista, Israel Hurtado Acosta.

Ni al vetar a los aspirantes, ni al regañarlos por su inconformidad con el veto, hubo explicación de la decisión por parte de los cúpulos panistas, pero trascendió que los militantes blanquiazules fueron retirados de la circulación porque no cubren el perfil para determinado puesto, según el criterio cupular, o porque son panistas incómodos que han criticado al partido o a funcionarios públicos emanados del partido, incomodidad también determinada y calificada unilateralmente por la dirigencia.

El veto cupular aplicado a los aspirantes panistas y la amenaza de continuar con la...

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