Proyecto Familia / Comparte en pareja un mismo lenguaje

AutorDiana Rodríguez de Ibarra

El ser humano comienza o debe comenzar el conocimiento del amor en el hogar.

Esto significa: a través de papá y mamá. Al paso del tiempo, si esto es bien resuelto, el sentimiento de amor se va extendiendo a las personas que conforman la familia nuclear y la familia extensa, que está compuesta por los hermanos, los abuelos, los tíos y los primos.

En este caminar por la vida conforme vamos creciendo aprendemos primero a recibir afecto para después darlo, y al llegar a la etapa de la juventud, la naturaleza y la necesidad de un amor de pareja nos encamina a buscar a la persona que nos complementará para toda la vida, y es aquí que se inicia la búsqueda del ser amado.

Con el tiempo, la mayoría lo encuentra y decide formar una familia.

En el proceso de los planes todo puede funcionar muy bien, y las ilusiones y las expectativas por sentirse enamorados los van sosteniendo para llegar a la culminación del compromiso personal, religioso y legal.

Pero una vez casados, ¿qué pasa? Tal parece que en muchas parejas el amor se adormece y en otras se les escapa sin poderlo detener, y no les queda más que declarar ante sí mismos -y los demás- que el amor se acabó.

Todos sabemos que el índice de divorcios va al alza. Las razones son muy variadas, aunque en unos casos son bien justificadas y en muchos otros desafortunadamente no, ya que las parejas se dan muy pronto por vencidas y de inmediato echan mano del recurso de la separación.

FORMAS DE AMAR

Durante la infancia, cada niño desarrolla patrones emocionales únicos.

Al llegar a la edad adulta, este aprendizaje del amor se refleja en las relaciones interpersonales, especialmente en la relación de pareja.

Los que no fueron agraciados en aprender a dar y recibir amor, en la época de galanteo se "obligan" a hacer lo necesario para conquistar y hasta pueden consolidar una relación.

El riesgo es que una vez alcanzada la conquista no saben que deben continuar dándole a la pareja el amor que necesita y por lo mismo empieza el distanciamiento, provocando los clásicos reclamos, como "ya no me quieres como antes", y el esposo o la esposa no entiende qué es lo que pasa, pues está plenamente convencido que el solo hecho de haberse casado es una más que suficiente demostración de amor.

En el caso de las parejas en las que los dos recibieron amor incondicional de sus padres durante la infancia, con mayor facilidad pueden expresarlo y recibirlo, y todo puede funcionar muy bien porque se encuentran en la misma sintonía.

EL...

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