FAMILIA 21 / Pobres cerebros
Autor | Jesús Amaya |
Los últimos 40 años de mi vida docente han sido trabajar con adolescentes de educación media superior y superior, y en los últimos años he observado cómo destruyen más sus cerebros poco a poco. Cada semana les pregunto:
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¿Cuántas horas durmieron la noche anterior?
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¿Qué desayunaron?
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¿Han realizado alguna actividad física en los últimos 3 días?
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¿Cuántas horas diarias han estado en su celular durante la semana?
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¿Cuánto alcohol han consumido en los últimos 3 días?
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¿Cuántos litros de agua toman al día?
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¿Cuántas horas pasan en antros a la semana?
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¿Cuántas horas han estado en familia cara a cara en los últimos 3 días?
Observo que los adolescentes han cambiado sus hábitos y estilos de vida a algunos que no les ayudan a tener cerebros saludables:
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Duermen un promedio de 4 a 5 horas diarias en noche de escuela cuando lo recomendable para un adolescente es dormir de 8 a 9 horas. Tener déficit de sueño origina problemas de aprendizaje, cognitivos y emocionales. Poca disposición para aprender, carencia de autocontrol e incremento de conductas impulsivas y desafiantes y alto riesgo de depresión e ideación suicida.
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El 80 por ciento de mis estudiantes llega a clase sin haber desayunado. Un buen desayuno ayuda a tener un buen desempeño académico. Estudios han encontrado una correlación significativa de estudiantes sin tener desayuno y problemas de atención, memoria, comprensión y problemas emocionales, cognitivos y de conducta.
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El 70 por ciento de mis alumnos, regularmente, no realiza ninguna actividad física a la semana. El ejercicio aeróbico produce un gran beneficio al cerebro y facilita la concentración, memoria y el aprendizaje.
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El promedio diario que están con su celular es de 7 horas. El abuso de la tecnología tiene implicaciones negativas en el sueño, relaciones sociales, actividad física y pasividad cerebral.
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La mayoría de los estudiantes consume alcohol al menos dos veces a la semana con un promedio de tres shots. El daño del alcohol en el cerebro es...
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