FAMILIA 21 / 'Es buen hombre, pero...'

AutorJesús Amaya

¿Por qué la mujer hoy es menos feliz que hace 40 años? ¿Por qué la mayoría de los divorcios los inician mujeres? ¿Por qué más del 80 por ciento de los hombres se casaría nuevamente con su mujer, pero sólo el 40 por ciento de las mujeres lo haría?

En los últimos meses, he observado en mi trabajo de orientación de parejas un fenómeno que nunca había visto: no hay una causa justificable.

Por supuesto que la infidelidad, la violencia o las cuestiones económicas continúan siendo las razones más importantes de las rupturas. Sin embargo, en consulta escucho muy frecuentemente este comentario: "Es un buen hombre, pero...".

Descubro una gran desilusión entre ellas porque los hombres no cumplen sus expectativas románticas, afectivas y hasta íntimas. Todas me comentan que sus esposos son buenos padres, buenos proveedores, colaboran en la casa y las respetan, pero no son amadas como ellas esperan.

Ellos están convencidos de que cumplen plenamente sus obligaciones como esposos y padres. Todos se sorprenden por las reacciones de sus esposas y piensan que son hombres modelo. Afirman: "Es mi reina" o "Es la dueña de mi corazón y hago todo lo posible por demostrárselo".

Sin embargo, percibo dos patrones en estas nuevas crisis matrimoniales: los hombres olvidan las necesidades emocionales e íntimas de sus esposas y ellas tienen grandes vacíos y esperan que sus esposos o alguien más los llenen. En otras palabras, se juntan el hambre y las ganas de comer.

No quiero sonar sexista, pero el hombre hoy, con su gran número de excepciones, es más sensible a las exigencias de la...

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