Fábula de Alicia y Chihiro
| Autor | Karen López |
Las manecillas del reloj juegan a alcanzarse. Tic-toc, tic-toc, tic-toc. El viento corre furioso: es la hora en que los espíritus comienzan a despertar y el conejo aún debe llegar temprano. Adentro de la madriguera que no parece terminar y al interior del túnel que divide fantasía y realidad, la aventura está por comenzar.
De este lado del espejo, una niña de cabello castaño y semblante inconforme se asoma, para ver, del otro lado, a una niña rubia muy curiosa. Ambas saltan hacia atrás sorprendidas y un poco asustadas, pero no dejan de observarse. Son muy diferentes, pero su miedo es el mismo.
Aunque más de 100 años las dividen, Chihiro y Alicia son dos niñas que confrontan abruptamente el reto de convertirse en adultas, y para superarlo emprenden un viaje al centro de sí mismas, que derivará en el triunfo de ambas al conquistar sus destinos a través de aprendizajes.
La primera es protagonista del filme El Viaje de Chihiro, del creador japonés Hayao Miyazaki, quien celebra 30 años de la fundación del Studio Ghibli, casa productora en la que "nació" aquella niña. La segunda, del libro que narra sus aventuras, Alicia en el País de las Maravillas, del inglés Charles Lutwidge Dodgson, alias Lewis Carroll, obra que cumple su 150 aniversario.
Y en éste, como todos los viajes, sus caminos se encuentran y se separan, para revelar nuevos mundos que con suerte ayuden a entender y descifrar el nuestro.
EL CAMINO HACIA LA VALENTÍA
Aunque las dos chicas no encuentran parecido entre sí al mirarse en el mismo espejo, y los expertos coinciden en que sus historias no son una versión de la otra, lo cierto es que comparten un origen en común: ambas surgen de la inspiración y apego que tuvieron sus creadores a niñas reales.
Alicia está inspirada en Alice Liddell, una de las tres hijas de un amigo cercano de Carroll, mientras que Chihiro fue pensada a partir de la hija de un amigo de Miyazaki. Pero ambas representan el viaje de la niñez a la adultez de formas distintas.
Chihiro reniega de haber tenido que mudarse de su ciudad y perder a sus amigos. Alicia sufre el tedio y aburrimiento de la tarde junto a su hermana. A Alicia le cuesta reconciliarse consigo misma, mientras que Chihiro no reacciona fácilmente a las peticiones de sus padres.
"No escogí simplemente hacer el personaje de Chihiro así, lo hice porque hay muchas niñas en el Japón actual que son así. Son cada vez más insensibles a los esfuerzos que hacen sus padres para mantenerlas felices", dijo el...
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