Una 'Fábrica' de modelos

AutorPablo Serrano

FOTOS: CORTESÍA ORANGE MARKETING

Después de trabajar en publicidad para una agencia telefónica, Sergio Villarreal recibió la llamada de un amigo que necesitaba modelos para sesiones, ya que él tenía muchos contactos de fotógrafos y modelos por los castings en los que trabajaba como publicista.

"Mi amigo necesitaba modelos para un casting de Mariscal, contacté a unas amigas y quedaron seleccionadas, me dijeron que si las representaba o recomendaba me darían comisión, y así fue como empecé a entender cómo se manejaba una agencia de modelos", recordó.

El auge cualitativo de fotógrafos en la ciudad aunado a un mercado descuidado de modelos para castings, donde los desfiles eran la demanda principal en Monterrey, hicieron que Sergio aprovechara las circunstancias para sacar adelante modelos que tenían una estética enfocada a diferentes oportunidades de modelaje.

"Fueron muchas cosas circunstanciales, porque esta era una ciudad donde la gente se enfocaba más en desfiles, entonces las niñas que no eran muy altas no tenían oportunidad de participar, pero muchos de estos fotógrafos pedían modelos sin importar la estatura, sino que tuvieran personalidad y lucieran interesantes, ahí es donde aprovechamos el mercado que estaba algo descuidado".

Después Sergio conoció a Érika, donde no sólo comenzaron una dualidad exitosa, sino que abrieron nuevas fronteras en el mercado de modelaje en la ciudad, donde no sólo se enfocaron a formar chicas jóvenes, sino a todo tipo de modelo, desde bebés hasta abuelos, ya que Érika contaba con la experiencia de este tipo de castings.

"A Érika yo ya la conocía como modelo, y me la topaba en producciones pero no nos caíamos muy bien, a mí se me hacía muy sangrona (risas), y una amiga de ella nos presentó y empezamos a platicar. Saliendo de una producción de repente me encontré a la mejor socia del mundo porque me aguanta, ella es la parte dura y yo la más blanda, por así decirlo".

Ella le propuso dar cursos para apoyar a todas las niñas interesadas en el tema; él accedió y de inmediato surgió una gran química laboral entre ambos.

"Yo le propuse que quería dar cursos y que podíamos apoyar a las niñas no sólo para crear modelos sino para ayudar a cualquier tipo de niña, y empezamos a hacer los cursos y la academia de modelaje, yo tenía otra donde manejábamos niños y adultos y también hicimos Orange Marketing Talents, donde manejamos niños, papás, abuelitos, que es una división comercial con un gran campo", señaló Padilla.

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