Explota en web abuso infantil

AutorMichael H. Keller y Gabriel J.X. Dance

The New York Times

Las imágenes son espantosas. En ellas aparecen niños y niñas, algunos de apenas 3 y 4 años, siendo víctimas de abuso sexual y, en algunos casos, torturados.

Las imágenes de abuso sexual infantil han sido producidas y compartidas desde hace mucho para satisfacer obsesiones adultas perversas. Pero nunca a este grado: las compañías de tecnología reportaron el año pasado una cifra récord de 45 millones de fotografías y videos en línea de abuso sexual.

"Todas y cada una de las imágenes son una representación de un delito", dijo Jeff Swanson, comandante de una fuerza policiaca especial en Kansas. "La violencia perpetrada contra estos niños es inimaginable".

Hace más de 10 años, cuando el número reportado era menos de 1 millón, la proliferación de imágenes explícitas ya había llegado a un punto de crisis.

Compañías de tecnología, agencias de impartición de justicia y legisladores en Washington respondieron, comprometiéndose con nuevas medidas que buscaban contener el flagelo. En el 2008 se aprobó una legislación trascendental.

No obstante, la explosión de contenido detectado siguió creciendo de forma exponencial.

Una investigación realizada por The New York Times encontró un inframundo criminal insaciable que explotó los esfuerzos fallidos e insuficientes para contenerlo.

Al igual que con el discurso del odio y la propaganda terrorista, muchas compañías de tecnología no vigilaron de forma adecuada las imágenes de abuso sexual en sus plataformas o no cooperaron lo suficiente con las autoridades cuando las encontraron.

Las agencias de impartición de justicia dedicadas al problema se quedaron con personal y financiamiento insuficientes, incluso al tiempo que se les pedía que manejaran una cantidad de casos mucho más grande.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos, al que el Congreso le dio un papel importante en la lucha, ignoró incluso escribir reportes de monitoreo obligatorios y tampoco nombró a un funcionario a nivel ejecutivo para que guiara la implementación de medidas severas.

Y el grupo encargado de fungir como oficina de información federal para las imágenes (el intermediario entre compañías de tecnología y autoridades) estaba mal equipado para las crecientes exigencias.

Un documento publicado en conjunto con ese grupo, el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, describió un sistema en "punto de quiebre" con reportes de imágenes violentas que "superan las capacidades de las oficinas de información...

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