Hasta para exigentes

AutorAlberto Bortoni

Fotos: Iván Moreno

Los crossovers dominan el mercado y con modelos como la QX50 es fácil entender por qué.

El diseño exterior es atractivo y, por dentro, los diseñadores supieron cómo aprovechar el espacio. Resalta especialmente el diseño del tablero y la consola, así como el uso de componentes claros que se iluminan con el techo panorámico.

El aislamiento interior y los materiales usados son de alto nivel. Las costuras en el tapizado del tablero y paneles de las puertas dan un toque artesanal en un producto industrializado. El inserto de madera en el tablero es un buen toque pero en la unidad que tuvimos no era del mismo tono para tablero y puertas.

El equipo de entretenimiento, en la versión Sensory, incluye un sistema de audio de Bose con 16 bocinas. El sonido es muy bueno además de que las bocinas lucen cubiertas metálicas que le dan una mejor apariencia. Lo único que extrañamos es el sistema CarPlay y Android Auto, que no está disponible todavía en Infiniti.

El interior tiene dos pantallas de LCD táctiles en la consola central. La pantalla baja para la mayoría de los controles y la pantalla alta con información de navegación. El panel de instrumentos es convencional, con una pequeña pantalla en el centro pero con indicadores análogos para revoluciones y velocidad. Además, tiene head-up display para proyectar información en el parabrisas.

El motor es lo que realmente brilla del tren motriz. Es un 2 litros turbo, pero aunque es similar en especificaciones realmente no es como ningún otro. El motor de Infiniti es un motor avanzado, de inyección directa e indirecta. Lo más interesante es que tiene relación de compresión variable.

La relación de compresión puede variarse de forma continua entre una muy baja de 8 a 1 hasta una muy alta de 14 a 1 dependiendo de la situación de carga. Cuando el coche necesita una alta potencia, el motor se va a una compresión de 8 a 1 y deja que el turbocargador llegue a su máxima presión. Cuando se necesita eficiencia se pasa a un 14 a 1, con una mínima presión del turbo.

El motor tiene una gran respuesta: rápido y con poco retraso en la entrega de potencia. El rendimiento de combustible en ciudad estuvo por encima de los 8.3 kilómetros por litro, nada extraordinario pero se usó bien su potencia.

Entre los puntos en contra está que la tracción delantera se encuentra limitada en la potencia que puede poner al pavimento y la transmisión CVT se encarga de matar el entusiasmo a altas revoluciones.

Sin embargo...

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