Excesos de Arte/ 'Pinturas malas'

AutorJesús Mario Lozano

En los últimos días nos enteramos de la muerte de dos artistas que marcaron el arte estadounidense de este siglo: George Segal, exponente del llamado pop-art, y Jacob Lawrence, pintor figurativo y activista político que luchó fervientemente en contra de la discriminación racial en los Estados Unidos.

El primero fundó, junto con Andy Warhol y Roy Lichtenstein, un arte que se rebelaba en la década de los 50 y 60 en contra del estilo expresionista abstracto a través del uso de imágenes propias de los medios de comunicación masiva; el segundo lo hacía a través de la fundación de un arte que reflejaba la vida cotidiana de los afroamericanos intentando desarrollar una nueva conciencia social.

En la exposición del también norteamericano David Salle, quien en estos días se presenta en Marco ("David Salle: Pinturas y trabajos sobre papel 1980-1999"), uno puede llegar a descubrir ciertas características pertenecientes a las corrientes artísticas que ambos productores recién fallecidos colaboraron a originar.

Por un lado, resulta evidente la influencia del pop-art en la obra de Salle, principalmente a través de la inclusión que el artista hace de diversas imágenes de la sociedad de consumo. Por el otro, podemos encontrar, entre la fragmentación de estilos que cada uno de sus cuadros presenta, un interés en lo figurativo que en algunos casos, como en la obra "Poverty is no disgrace" (Pobreza no es vergüenza), pudieran ser ejemplos que muestran una influencia directa del llamado género afro-americano.

Sin embargo, la obra de Salle, más que remitirnos a un estilo específico o a un contexto determinado, pareciera que intenta confundirnos a través de una multiplicidad postmoderna, llena de narrativas incompletas, verdades fallidas y composiciones que desde el punto de vista más convencional resultan desarticuladas.

De hecho, la obra de David Salle (junto con la de Eric Fischl) fue en su inicio conocida públicamente como un claro ejemplo de "pintura mala", porque demostraba una supuesta falta de conocimiento pictórico por parte del artista y la utilización aparentemente insdiscriminada de modelos estéticos contradictorios entre sí.

Sin embargo, la pregunta que constantemente surge entre los espectadores de arte es: ¿en qué momento se volvió esta presunta mala pintura un arte reconocido y digno de exponerse en lo que el mercado ha definido como los principales museos del mundo?

La respuesta quizás más simple sería decir que en el momento en el cual Salle se...

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