Excesos de Arte/ Medalla de oro

AutorJesús Mario Lozano

El momento en que vi por televisión a aquel fanático deportivo empezando una huelga de hambre para protestar en nombre del pueblo mexicano en contra del Comité Olímpico Internacional, por haberle quitado la medalla de oro a un marchista mexicano, fue cuando entendí finalmente por qué existe tan poco interés por el arte que se produce en Monterrey, y quizás en todo nuestro país.

Eso sucedió después de que pude leer un artículo periodístico que defendía la mexicanidad a partir de los logros obtenidos por "nuestros" deportistas mexicanos en la recién finalizada Olimpiada, y después haber visto llorar a varias personas emocionadas por el triunfo olímpico de Soraya, y de escuchar un acalorado debate entre amigos sobre si genéticamente "los mexicanos" son aptos fisiológicamente para obtener medallas de oro.

Y es que, aunque parezca una forma de entretenimiento o una distracción cualquiera, los Juegos Olímpicos, sin lugar a duda, se han vuelto un parámetro cultural de gran relevancia en donde se jerarquizan valores y actitudes, según una serie de esquemas establecidos a partir del "modelo occidental" que inventó dichos juegos.

Frente a los himnos, las imágenes nacionalistas y las constantes bromas que pudimos ver continuamente superpuestas durante los eventos deportivos es fácil olvidar que los Juegos Olímpicos surgieron en gran medida a partir del ideal de la nobleza helénica y de las ideas griegas sobre la dignidad del alma y el cuerpo humanos.

Estas ideas, a través de los siglos, se han usado en diferentes momentos históricos como justificación para ejercer mecanismos de exclusión y denigración de otras culturas. La universalización de las Olimpiadas es también el triunfo de la occidentalización del mundo a partir de la expansión no sólo de la superioridad de las ideas europeas, sino de las fórmulas a través de las cuales se pueden calificar las acciones de los seres humanos en el mundo. En cierto grado, las Olimpiadas también han sido un perfecto aparato publicitario del capitalismo global y su suplemento ideológico, el multiculturalismo neoliberal.

Se puede llegar a tener una medalla de oro si se aprende a jugar, razonar y competir como...

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