Exaltan políticas de JPII

AutorIrene Savio

Corresponsal

EL VATICANO.- En una ceremonia que llegó en el tiempo récord de seis años, el Papa Benedicto XVI beatificó ayer al difunto Juan Pablo II, en un acto en el que recordó al Pontífice polaco como el hombre que torció el comunismo y que devolvió a la Iglesia la "esperanza" que le había arrebatado ese sistema político.

"Karol Wojtyla subió al Solio de Pedro llevando consigo la profunda reflexión sobre la confrontación entre el marxismo y el cristianismo, centrada en el hombre", afirmó el Papa Benedicto XVI al pronunciar su homilía tras el rito con el que elevó a beato a su predecesor.

"Aquella carga de esperanza que en cierta manera se le dio al marxismo y a la ideología del progreso, él la reivindicó legítimamente para el Cristianismo (...) con una existencia personal y comunitaria orientada a Cristo", explicó Benedicto.

De esta forma, Juan Pablo introdujo a la Iglesia católica en el Tercer Milenio, añadió.

Benedicto irrumpió así, una vez más, en la vieja polémica que ha contrapuesto también a los sectores conservadores y progresistas de la Iglesia, la lucha de Juan Pablo II contra el comunismo, modelo político bajo el que Wojtyla vivió durante tres décadas en su Polonia natal y que, aunque sin mencionar por su nombre, condenó al poco tiempo de ser nombrado Papa con su primera encíclica, Redemptor Hominis, de 1979.

El Papa alemán Joseph Ratzinger esquivó así también las polémicas venidas en los últimos días de 50 teólogos progresistas que criticaron, en un documento público, la beatificación de Juan Pablo II con el argumento de que éste se opuso a la corriente católica de la teología de la liberación, fuertemente arraigada en América Latina.

Según los estudiosos, Juan Pablo II no debió haber sido proclamado beato porque, entre otros tantos reclamos, no prestó apoyo al Arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 y un importante representante de la teología de la liberación.

Aún más, Wojtyla "traicionó" a los pobres de América Latina, precisaron los teólogos, entre los que destaca el suizo Hans Hung, unos de los más hostiles detractores, primero de Juan Pablo II, y ahora de Benedicto XVI.

"Para Ratzinger, el comunismo fue la gran mentira que acabó rebelándose en contra del hombre", explicó a EL NORTE el vaticanista y experto en temas de religión, Ignacio Ingrao.

Por el contrario, en su homilía, Benedicto destacó el papel protagónico que Juan Pablo II habría tenido durante el...

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