La evolución del Aveo

AutorAlberto Bortoni

Chevrolet está lanzando en México un nuevo producto, el Sonic. En realidad el Sonic es la evolución del Aveo, pero como ya es normal en la industria automotriz de nuestro país ambas generaciones seguirán presentes en el mercado.

Estéticamente el Sonic luce considerablemente más atractivo que el Aveo. Es un modelo coreano y como ha sucedido con las generaciones más recientes de Corea del Sur el auto ha dado un brinco importante con la generación actual.

El Sonic tiene una apariencia juvenil y dinámica, con mucho más carácter que el Aveo o algunos otros modelos de su país en donde parecieran haber sido diseñados para flotillas de renta de autos.

El interior luce igualmente moderno y aunque los materiales siguen siendo plásticos duros en muchas de las superficies los diseñadores han colocado líneas y cambios de superficie en el diseño para dar una buena impresión visual.

Una de las razones de esta buena apreciación es que Chevrolet ha puesto atención en los elementos de contacto inmediato, como el volante, al que ha forrado de piel, colocado controles del estéreo y terminado en plásticos suaves. Un análisis más detallado en paneles de las puertas y tablero revelará materiales más económicos, pero es parte de una segunda impresión.

La cabina luce amplia y es que el tablero utiliza una combinación de tonos que favorece la luz y la orientación hacia delante da una mejor sensación de espacio.

Uno de los detalles agradables es que Chevrolet ha utilizado la misma inspiración del Spark al diseñar el panel de instrumentos. Este tiene más parecido al panel de instrumentos de una motocicleta que el de un automóvil. Todo el panel es digital a excepción del tacómetro, que luce en mayores dimensiones y de aguja.

Mecánicamente cuenta con el motor de 1.6 litros de cuatro cilindros. Es un motor pequeño con alrededor de 115 caballos de potencia y 114 lb-pie de torque. Es suficiente máquina y potencia para mover al Sonic adecuadamente en la ciudad y carretera, aunque nos quedó claro que no tuvimos la mejor opción en términos de tren motriz.

La versión que pudimos probar contaba con la transmisión automática de seis velocidades. Las relaciones están bien espaciadas, con las primeras tres bastante juntas para una rápida aceleración y las últimas muy relajadas para una alta eficiencia de combustible. Sin embargo la calibración no es la mejor ya que el auto siempre busca la sexta relación y en cuanto se relaja el pedal del acelerador se relaja la transmisión.

El...

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