Everardo Elizondo / Buenas noticias, para variar

AutorEverardo Elizondo

Algunas noticias económicas han tomado un giro positivo recientemente. En concreto, me refiero a que la economía de los Estados Unidos ha dado muestras reiteradas de que el aflojamiento que presentó durante el primer trimestre de 2005 ha cedido su lugar a una reanimación muy bien fincada.

Como resultado de lo anterior, los que viven del arriesgado oficio de pronosticar variables económicas han recobrado el valor. Así, las estimaciones para el crecimiento del PIB real de dicho país, referidas a este año, se han "normalizado" en alrededor de 3.6 por ciento. Por un lado, es cierto que tal expansión sería más lenta que la registrada en 2004 (4.2 por ciento). Pero, por el otro, conviene notar tres puntos relevantes: i) que, después de Irlanda, es la más alta entre las correspondientes a las naciones desarrolladas; ii) que excede al supuesto "crecimiento potencial" de la economía; y, iii) que está basada en el vigor de la inversión no residencial, auspiciada por la fortaleza de las utilidades de las empresas.

Ello no es todo. Para 2006, proyecciones bastante respetables ubican el crecimiento entre 3.3 y 3.5 por ciento. Tratándose de una economía enorme y madura, los números en cuestión son muy significativos. Las cifras relacionadas con la economía de Canadá son también bastante altas, aunque no alcanzan los niveles mencionados.

Lo anterior es clave para México. La razón es obvia: define un panorama exterior, el de sus socios en el TLCAN, relativamente favorable para su crecimiento.

En lo específico, la perspectiva más probable incluye una reactivación de las manufacturas más allá del Bravo. Previsiblemente, ello se traducirá en un impulso a la no tan robusta producción industrial en nuestro país. Lo dicho no es una presunción gratuita. La relación histórica entre las variables aludidas ha sido en general muy estrecha -aunque de vez en cuando se han observado diferencias importantes, atribuibles a problemas específicos; vgr., el reajuste en curso de la industria automotriz de México. En todo caso, véase al respecto la gráfica correspondiente. Esta no es otra cosa que una puesta al día de una ilustración que he utilizado en varias ocasiones en artículos previos.

A lo delineado hay que agregar al menos otros dos elementos muy positivos, relacionados entre sí: i) una situación financiera internacional caracterizada por tasas de interés de largo plazo excepcionalmente bajas; y, ii) una inflación bastante controlada, a pesar del ascenso abrupto de los...

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