Estudia en Harvard salud migrante

AutorDaniel Santiago

La salud no tiene fronteras, dice Ana Cristina Sedas, joven doctora quien tras atender a mexicanos en Estados Unidos y a centroamericanos en México, decidió estudiar a fondo la realidad de quienes viven temerosos de pedir ayuda por su condición migratoria.

Con una beca que la Escuela de Medicina de Harvard le ofreció al ver el impacto de su trabajo con migrantes, esta semana Ana Cristina comenzó a estudiar su maestría en salud global y medicina social, a la que aplicó después de tres años de conocer de primera mano este drama en los dos países.

"Mi maestría me va a ayudar a traer las voces de los migrantes a la mesa, y decir qué es lo que se necesita, cuáles son sus necesidades salud, cuáles son las razones por las cuales no han podido acceder a un doctor", comenta la doctora de 28 años.

A punto de titularse de medicina en el Tec de Monterrey, Ana Cristina realizaba un intercambio académico en un hospital de Massachusetts cuando recibió la invitación para dirigir la Ventanilla de Salud del Consulado de México en Boston.

Su tarea era ayudar a mexicanos en el noreste de Estados Unidos a tener acceso a servicios de salud, una actividad aparentemente sencilla, pero que representó un duro golpe de realidad.

Era 2015 y el discurso antimexicano tomaba fuerza en Estados Unidos, recuerda esta joven con doble nacionalidad. Por cuestiones de estudios de sus padres nació en aquel país, pero desde los tres años vivió en San Pedro.

Había mexicanos que acudían al Consulado por algún trámite lega. Al platicar con ellos resultaba que vivían con problemas de salud que no atendían por diferentes barreras, desde el desconocimiento de sus derechos, el temor a ser deportados, hasta el alto costo de los seguros médicos.

"Me tocó ver a personas que preferían vivir con un brazo roto que ir a un hospital con cuentas impagables o (el temor) a ser deportados", cuenta Ana Cristina.

Después de dos años, terminó su etapa en el Consulado mexicano. Convencida de que no se puede entender las necesidades de una persona vulnerable sin acompañarla, viajó a la Ciudad de México, donde en el 2018 participó como voluntaria médica en las caravanas de centroamericanos que comenzaron a cruzar el territorio nacional para llegar a Estados Unidos.

El problema de la falta de atención a la salud de los migrantes es complejo y varía según la geografía. Le preocupa, especialmente, el tema de la salud mental de hombres, mujeres y niños.

"(En Estados Unidos) Existe la depresión por el cambio...

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