Al estilo californiano

AutorAnaline Cedillo

ENVIADA

MAMMOTH LAKES, California.- Unos cantan, otras sueltan expresiones de asombro y casi todos inmortalizan el momento con una foto antes de descender por las pistas más vertiginosas de Mammoth Mountain: la emoción del paisaje nevado, a 3 mil 369 metros de altura, no se puede ocultar.

Hasta la parte más elevada de este resort californiano, esquiadores y snowboarders, veinteañeras o quincuagenarios, llegan a desafiar pistas complejas como Dave's Run o Cornice Bowl. También suben familias y curiosos a contemplar los picos de la cumbre Minaret, ícono en la parte oriental de la Sierra Nevada.

Abierto hace más de 60 años, Mammoth presume una cercanía relativa con Los Ángeles, San Francisco y Las Vegas (menos de seis horas en auto); alojamiento en la montaña o en el corazón de una villa repleta de restaurantes y tiendas, con un ambiente más relajado que otros complejos estadounidenses.

Otra de sus características: aquí no hay una fecha determinada para el fin de temporada, la cual puede prolongarse hasta mayo, dependiendo del clima.

¿Con cuántas lecciones se dominarán las pistas negras, las más intrincadas? Para despejar la duda me inscribo en la escuela de esquí y snowboard del resort, que ofrece sesiones para adultos -nivel "yo nunca, nunca"-, para intermedios y para niños desde los tres años, además de clases privadas.

Después de un desayuno energético, hay que subir a la góndola de la villa, que lleva directa y gratuitamente hasta la escuela en la montaña. En el área de renta de equipo recojo las botas, los esquís y los bastones, reservados antes de salir de casa. ¡Qué comience la lección!

Al cabo de un rato, con la guía del instructor Mike Tally, logro coordinar los movimientos. Estoy lista para deslizarme por la primera pista, The Bunny Hill, la de los más chiquitos, y a donde se llega a bordo de un elevador de banda al que apodan "la alfombra mágica".

Aún con una inclinación mínima, parece que los esquíes tienen vida propia. Más vale aprender pronto a frenar para no estamparse: "junta las puntas de los esquíes y empuja los talones hacia afuera, como si formaras una rebanada de pizza", explica Mike. "Entre más amplia sea la rebanada, más despacio irás".

En estos días hace calor. Nadie usa chamarra, así que opto por lo mismo; tampoco me pongo guantes. Pésima idea. Trastabillo, suelto los bastones de esquí y, por reflejo, me detengo con las manos. ¿Alguna vez se te ha resbalado un trozo de hielo al tomarlo? Así, exactamente, caí.

"No hay...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR