Escuela es ejemplo por ser incluyente

AutorDaniel Santiago

Hajun llegó a cursar el primer grado a la Escuela Primaria Santiago Roel hablando sólo su idioma natal, el coreano. Hoy, ya en tercero y con el esfuerzo de sus maestras, se comunica en español con compañeros y profesores.

En este mismo plantel de Guadalupe, Fernando, un chico de quinto grado con dificultades auditivas, está mejorando su capacidad de lenguaje al pertenecer a la estudiantina escolar.

"Por su problema de hipoacusia, el maestro lo invitó para que aprendiera a tocar el melodeón", cuenta Alicia Suárez, mamá de Fernando.

"Su lenguaje no está al 100 como un niño de su edad. Estar haciendo ejercicios, soplando, le ha ayudado mucho a desarrollar más lenguaje, a hablar más claro".

Para la directora del plantel, Luz Mercedes Villanueva, los casos de Hajun y Fernando son sólo dos ejemplos de cómo el atender las individualidades de los estudiantes contribuye a una cultura incluyente que favorezca el aprendizaje.

Algo difícil para una escuela pública de 900 estudiantes, pero que con un trabajo de varios años de respeto a la diversidad y con apoyo de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER) parece estar logrando ese objetivo.

Por promover una cultura de inclusión en donde los estudiantes asisten a la escuela, aprenden y participan, esta primaria se incluyó como ejemplo en el libro sobre inclusión Tod@s, que la organización civil Mexicanos Primero presentó la semana pasada.

Una de las prácticas de esta escuela en la Colonia Linda Vista es el sistema de mentoría entre pares.

"A lo largo del ciclo escolar, los alumnos que experimentan fuertes barreras para el aprendizaje y la participación siempre tienen un mentor que apoya su inclusión. Los mentores generan un sentido de empatía", señala el libro.

La creación de una decena de clubes con actividades gratuitas, que cada estudiante elige según sus intereses, es algo que también ha funcionado para esta cultura, comenta la profesora.

Hay clubes de teatro, poesía coral, flauta, lectura, jazz, danza y música, como la estudiantina en donde está Fernando.

Estos grupos ayudan a desarrollar la seguridad que los niños necesitan para decir lo que sienten y lo que piensan, uno de los factores que favorecen el sentirse parte de una comunidad, de acuerdo con Mexicanos Primero.

"Un niño que participa en un club tiene una seguridad al pararse frente a un público, se desarrolla mucho su expresión corporal, su vocabulario", señala Villanueva.

La Santiago Roel representa un caso atípico de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR