Escuche los latidos del corazón de México

AutorDinora Recio

Puebla es un estado especialista en recibir turistas.

Su capital, con su magia y aires coloniales, es uno de esos lugares representativos que posee México.

Sus iglesias, entre las que se encuentra su Catedral, terminada en 1640 y con unas torres y un altar mayor impresionante, la iglesia de Santo Domingo y su fastuosa capilla del Rosario, construida en el Siglo 17, muy barroca y forrada en lámina de oro de 22 kilates, son maravillas únicas en el mundo, dignas de ser vistas por católicos y no católicos.

Lo mejor de todo es que afuera de cada uno de estos monumentos hay siempre guías especializados para explicar las características arquitectónicas, leyendas y objetos que forman parte de cada lugar.

Pero además, en el centro de Puebla pueden verse algunos lugares como el Teatro Principal, primer recinto teatral de América, el Barrio del Artista, donde hay numerosos estudios de pintores que trabajan a la vista de todos, donde se pueden comprar bellos trabajos, además de numerosas dulcerías que expenden desde los famosos camotes hasta las tortitas de Santa Clara.

Si es apasionado de las compras, El Parián y el Callejón del Sapo podrán satisfacer sus necesidades.

Ahí los artesanos ofrecen desde chucherías típicas para llevar de recuerdo hasta finas vajillas.

Si se quiere comprar talavera original, lo mejor es ir directamente a las fábricas y distribuidoras de talavera, pues según los guías, en la misma ciudad se venden muchas imitaciones.

Cholula y Santa María Tonantzintla son dos lugares que no puede olvidar en su visita. La primera, famosa por sus iglesias de los siglos 16, 17 y 18 construidas a mano por indígenas, también es muy visitada por su Gran Pirámide Tepanapa, junto con el gran templo construido encima de ella.

Desde la cima de la pirámide la vista es impresionante, pues se alcanza a ver hasta el Popocatépetl.

Santa María Tonantzintla es un pequeño pueblo con una impresionante iglesia, muy pequeñita, que siempre tiene muchos visitantes del extranjero.

Su nombre significa "lugar de nuestra madrecita" y es un bello ejemplo del barroco popular mexicano.

En su interior hay modelados 365 niños por todas las paredes y el techo, y lo más impresionantes es que cada niño tiene un rostro diferente de los demás.

Esta iglesia es patrimonio nacional, debido a su influencia árabe mudéjar, a sus columnas salomónicas y a que en ella se encuentra Nuestra Señora de Tzocuilac, obra de Pascual Pérez, del año 1752.

Un hermoso detalle es la torre con los...

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