El Escorial y sus tesoros

AutorMarco Castillo

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MADRID.- Un imperio en cuyos dominios no se ponía el Sol: el reinado de Felipe II.

El Soberano erigió la que hoy es considerada por algunos historiadores como la máxima joya de la arquitectura del Renacimiento español: el Real Monasterio de El Escorial, que reflejaba su austeridad y su pasión religiosa.

San Lorenzo de El Escorial es un municipio de la Comunidad de Madrid, aproximadamente a 40 minutos del Centro de esta ciudad, en donde está el imponente edificio, idea del representante de la Casa de Austria.

En honor al mártir San Lorenzo, el Rey creó esta edificación de más 30 mil metros cuadrados, cargada de religiosidad, en una época en la que España rechazaba la reforma protestante y apoyaba el catolicismo por todos los frentes.

Los mejores arquitectos de la época (1562) tuvieron la tarea de crear un espacio que reflejara tanto el espíritu monacal de Felipe como la grandeza de la España en él encarnada.

Una fachada monumental envuelve espacios en los que abundan cuadros de mártires, santos, vírgenes y escenas bíblicas, así como esculturas, crucifijos, retablos y frescos en las bóvedas. Toda esta riqueza adorna gran parte de la casa real que Felipe II, hijo de Carlos V, habitó en el siglo 16.

Es uno de los monumentos más visitados por turistas ansiosos de ubicar los espacios de las traiciones y conjuras del pasado, y de ver una de las más deliciosas colecciones de arte de los siglos 15, 16 y 17: obras de El Bosco, Murillo, El Greco, Tiziano, Pantoja de la Cruz, entre otros, están aquí.

Quien decida ir a San Lorenzo, además de pasear por una comunidad apacible, puede conocer la gran edificación, que incluye enormes jardines y patios, con más de 435 años de antigüedad.

LA DEVOCIÓN

El fervor religioso del Rey lo llevó a construir dentro del Real Monasterio una basílica, que sería una clara alusión a su fe inamovible: el catolicismo, que defendía contra todos.

El retablo mayor en la capilla principal es una de las majestuosas obras que se pueden admirar. En lo alto se aprecian, del lado izquierdo, la escultura en bronce dorado de Carlos V y su familia de rodillas y mirando en dirección al altar. A la derecha, en la misma posición, está Felipe con sus esposas e hijos.

Esto es sólo una pequeña parte de los muchos elementos sagrados, y cargados de lujo, que enmarcan el Templo, que cuenta con valiosas obras, como el "Cristo Crucificado" de Benvenuto Cellini, además de lienzos de Diego de Urbina, Alonso Sánchez Coello y de los italianos...

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