Es el momento de poner orden
| Autor | Daniel Santiago |
Hay señales que motivan a trabajar en un propósito este año: ordenar tu casa y vivir ligero.
Desde el 1 de enero la serie de Netflix "¡A ordenar con Marie Kondo!" ha fascinado a los hogares al mostrar el disciplinado método de su protagonista japonesa, que comienza por apilar toda la ropa en casa para seleccionar y quedarse sólo con la que provoque alegría.
Por otro lado, en un artículo publicado por The New York Times, científicos aseguran que tener una casa ordenada repercute en un espacio libre de estrés.
"El desorden es un exceso de posesiones que colectivamente crean espacios caóticos", dijo al diario Joseph Ferrari, profesor de psicología de la Universidad DePaul, en Chicago.
Ferrari y su equipo midieron la forma en que el desorden afectaba a un grupo de adultos, realizándoles preguntas como "¿el desorden en mi casa me molesta?" y "¿tengo que mover cosas para completar tareas en mi casa?".
El estudio, publicado en Current Psychology, encontró que la frustración por el desorden tendía a aumentar con la edad.
Los hallazgos se suman a un conjunto de evidencias de que el desorden también puede inducir una respuesta fisiológica, como un aumento en los niveles de cortisol, hormona del estrés.
¿Pero cómo hacer para poner fin al acumulamiento de bienes a veces de toda una vida que simplemente están ahí, empolvados, en el clóset?
Con trayectoria como minimalista, Marie Kondo ha irrumpido en el streaming este año mostrando su método a través de una serie en la que visita a familias estadounidenses para ayudarlas a ordenar su casa y en sus relaciones.
Su método empieza por depurar las ropas del armario, apilándolas y seleccionándolas, después los libros, y lo acumulado en la cocina, en el garage, dejando para el final lo que tiene un valor emocional.
Pedro Campos, impulsor del minimalismo en Monterrey, señala que el éxito de la serie de Kondo es porque invita a las personas a cuestionarse el acumulamiento de pertenencias, algo que suele pasar por alto en la vida cotidiana.
Campos, quien el año pasado publicó La vida minimal. Cómo vivir ligero en un mundo pesado, comenta que no sólo hay que identificar las cosas que provocan alegría -como lo recomienda Kondo-. Hay que cuestionarse, también, su importancia y relevancia para la vida de cada uno.
"A veces es más fácil empezar por ordenar lo físico que por ordenar lo emocional", explica. "El simple hecho de ordenar y de deshacerte de cosas ya te da un beneficio casi inmediato de calma, es liberador".
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